Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)

64: Amenaza.

—Que emocionante —reí mientras agitaba mis manos. Me sentía como una niña chiquita que estaba por ir a su primera piñata.

—¿Qué? —me dijo Jack con una sonrisa.

Miré al frente. El lugar estaba de ensueño, precioso con tonalidades blancas y beige—. Esto. O sea, se casan, mi mejor amiga se casa —emití gesticulando.

Eso lo hizo carcajear, me atrajo hacia su cuerpo.

—Ya no puedo esperar más —dije ansiosa. Jack se sonrió y miró al frente.

—Ahí viene Zoe —susurró Jack.

Miré rápidamente a mi mejor amiga. Joder, se veía preciosa que sentí mis ojos llenarse de agua, ¿hace cuánto fue que nos vestíamos de princesas en nuestras pijamadas?, ¿hace cuánto fue que alucinábamos con éste momento? Voy a llorar.

Su vestido era de mangas largas de encaje blanco, untado a sus curvas despampanantes y de corte sirena, su cabello con un tocado medio despeinado pero precioso y sencillo, el ramo entre sus manos de rosas color pastel, su sonrisa inmensa y genuina, era preciosa. Se veía espectacular.

—Ay se ve hermosa —susurré con una enorme sonrisa.

Ella iba agarrada del brazo de su papá. Ambos muy sonrientes, Sam se veía tan ilusionado desde el altar, ¡que emoción! Observé a mi tío entregar a su hija, no sin antes darle un beso y abrazo.

El sacerdote comenzó a hablar. Miré a Jack, detrás de mi estaba Archie y Cameron, juntó a Jack, Jake, Beth, Lidia enfrente de mí.

Comencé a sentir un leve y punzante dolor en mi abdomen bajo, lo ignoré, pues llevaba días así y el ginecólogo me dijo que era normal. Suspiré enfoqué mi atención en la ceremonia.

—Samuel Jones, ¿aceptas a Zoe Benson como tu legítima esposa. Para amarla y cuidarla, en la salud y en la enfermedad, ¿hasta que la muerte los separé? —preguntó el sacerdote.

—Acepto —pronunció Sam con una sonrisa en sus labios.

En ése momento sentí una terrible sensación, el dolor se intensifico como nunca antes, apreté los ojos y sentí un mareo, rápidamente me sostuve del brazo de Jack. Volteé detrás de mí, miré con susto a Archie y Cameron quiénes fruncieron el ceño preocupados. Apreté el brazo de Jack con fuerza y aparte los labios. Jack me miró de inmediato, fue entonces cuando sentí algo líquido deslizarse por mi entre pierna. En pánico miré mi pierna.

—Jack —emití con un hilo de voz, estaba en pánico y sentía que el corazón se me iba a salir del pecho. El dolor era agudo e intenso, jamás cesaba.

Rojo.

Sangre.

Sangre...

¡Sangre, joder!, ¡Haz algo Cassie!

Me miró de nuevo sin comprender que pasaba a pesar de la fuerza que estaba aplicando en su brazo—. ¿Si?

—Sácame de aquí —pronuncié en susurro tragando saliva.

—¿Qué?, ¿por qué? —susurró extrañado.

Mi bebé, tengo que... ¡maldita sea miedo, vete a la mierda de mi cuerpo!

—Jack, me desangro —susurré asustada—. Me duele.

—¿¡Qué!? —gritó Jack y sentí que las piernas me flaquearon.

Jack me cargó de inmediato y me aferré a sus hombros mientras las lágrimas brotaban de mis ojos, estaba muerta de miedo y el dolor era insoportable. Comenzó a caminar a pasos apresurados con no sé quiénes detrás de nosotros.