23: ¿Esto es real?

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—Cassie, arriba.

Esas palabras fueron un susurro, un susurro ronco y sensual, y lo siguiente que sentí fue un beso en la curva de mi cuello provocándome cosquillas.

Me removí entre las sábanas, y abrí un ojo, teniendo ante mí la claridad de la habitación, era evidentemente de día—. Agh, ¿Qué quieres? —gruñí empujándolo.

—¡Hey! —se quejó de manera juguetona.

Abrí los ojos de par en par al reconocer la voz.

—Sabes que las mañanas no son lo mío —me quejé mientras giraba en la cama, recostándome sobre mi costado izquierdo para observar a Jack, con sus ojos olivo puestos en mí. Su sonrisa de oreja a oreja me indicó cuán divertida le parecía está situación, disfrutaba de molestarme.

A diferencia de mí, él ya estaba vestido, olía exquisito y se veía muy atractivo, llevaba unos pantalones negros, una camisa de botones azul marino y sobre esta una chaqueta bomber, en los pies un par de botines y tenía el cabello rubio revuelto, aquellas ondas doradas llamaron por completo mi atención y me sentí perdida en él por unos instantes, en cómo su piel tersa, cremosa y humectada brillaba, en cómo sus ojos brillaban más que nunca y me gustaba el rojizo natural de sus labios.

—Iremos a... —sus palabras fueron remplazadas por molestos sonidos de su celular, me hizo una seña con su dedo y lo sacó de su bolsillo, respondió—. ¿Hola? —dijo una vez contestando la llamada, observé como frunció ligeramente el ceño, prestando total atención—. Oh si, entiendo voy para allá —cortó la llamada topándose conmigo de brazos cruzados.

—¿Todo en orden? —arqueé una ceja.

—En realidad... No —suspiró—. Tenía planes para nosotros hoy, pero algo se salió de control en el trabajo —emitió con aquella nota decepcionada.

Sabía que era un hombre ocupado, se empeñaba demasiado en su trabajo y ahora también en nosotros, una parte de Jack que me demostraba que daba todo de sí.

—Anda, ve —emití sonriéndole.

Se puso de pie soltando maldiciones y se acercó a mí, depositando un beso en mi frente.

Debía de tener un plan b, estar sola nunca me ha gustado. Así que me dispuse a levantarme de la cama y dirigirme directo a la ducha, despertar con ayuda de agua fresca y alejar de mi mente cualquier pesadilla que haya tenido.

Para cuando estuve lista, me dispuse a organizar las habitaciones, hacerme un desayuno de poco esfuerzo y alimentar a Ruffy, entonces la tarde cayó y entre mi aburrimiento opté por ir a distraerme un poco al centro comercial, necesitaba hacer algunas compras y aprovecharía para entretenerme en algo.

...

No me consideraba una mujer detallista, pero esta era una excepción. Mis ojos observaron cómo depredadores una tienda para hombres, la manera idea de sorprender a Jack me ilusionó.

Así sin pensármelo tanto, entré.

—¿Le puedo ayudar en algo? —preguntó un chico alto, de tez apiñonada, ojos verdes y cabello alborotado mientras se dirigía en mi dirección con una sonrisa amable.

Asentí—. Sí —suspiré—. Buscaba, no sé... Algo para regalarle a mi novi... esposo.

—Oh —sonrió—. ¿Y cómo es él?

Una persona intensa, orgullosa, jodidamente sexy, besa como el demonio.

Arqueé una ceja tratando de buscar una respuesta coherente, pero mi mente quedó en blanco. ¿Cómo era Jack? De estilo: una persona básica que hace que la prenda más casual luzca formal, los colores neutros son lo suyo y por siempre sus botines. Las ocasiones en las que he guardado su ropa limpia, me aterro al ver su orden, y separado por colores.

Ramé (PROXIMAMENTE NUEVA VERSION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora