Beginning

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Por los pasillos todos corrían apresurados, el staff preparaba el set lo mas rápido posible, mientras los modelos eran embellecidos a más no poder. La nueva colección estaba a punto de salir y todo tenía que estar listo en menos de una semana o los encargados se comerían a todo el mundo vivo. 

—¿Por qué hay un vestido de la colección pasado tirado en el suelo?

Todo el mundo se giro a ver el dichoso vestido y en sincronía al dueño de aquella voz. 

Era Park Sehun. 

— Como nadie responde, solo espero que esos vestidos — los señalo —, que cuestan mucho, mucho dinero no estén por ahí como si no valieran nada. — los miro a todos con su generalmente cara de querer matar a todos. —  Y tambien espero no ver a ningún modelo utilizando un prenda de  de la colección pasada en el evento que se próxima o vamos a tener que hacer una ... restructuración de personal. 

La sala se sumió en un denso silencio y todos miraban al hombre de amplios hombros con el mayor temor. 

— Y bien, que esperan ¡A trabajar ya! — Sin siquiera levantar mucho la voz logro que todos se movieran como si de un grito de guerra se hubiese tratado. 

Park Sehun, el segundo de los tres hermanos Park era el jefe de recursos, se encargaba de todo el personal que pertenecía al área, staff, maquillaje, peinados, organizadores y modelos. Se había interesado en la moda desde joven, cundo acompañaba a su padre y hermano mayor a la empresa, solo que mientras ellos iban a revisar papeles y cifras el se escurría por los pasillos y llagaba al taller, donde estaban los vestidos y trajes, donde, en sus palabras, la magia comenzaba. 

Sabiendo que su hermano mayor iba a a por las cosas que a el le aburrían, como contratos, negocios, matemáticas y todas esas estrategias para las que no era bueno, el decidió estudiar relaciones públicas y mercadeo de la moda. Era un profesional de alto renombre no solo por pertenecer a la famosa familia Park, sino por su obsesión per la perfección. Todo para el debía ser perfecto o no tenia el visto bueno para ser mostrado al mundo. 

Afortunadamente para la empresa y para todo el mundo en realidad su diseñador de moda y prácticamente asesor de imagen era un viejo amigo de la familia. Do Kyungsoo, el chico se había labrado una carrera como diseñador mucho antes de siquiera salir de la escuela media y después inicio una segunda como asesor de imagen.  

— Otra vez gritando al personal Sehun, un día de estos vamos a llegar y solo vamos a encontrar cartas de renuncia. — Do entro a la oficina de Sehun con una taza de té y otra de café amargo. 

— No los grite, la gente suele pensar que ser demandante y exigente con lo que les respecta hacer es maltrato, no es mi culpa que no sepan trabajar con alguien exigente. 

— Si— Dijo alargando la ultima letra —  tu no eres exigente, eres aterrador — El mas bajo se sentó en uno de los sillones y llamo al chico para que tomara su café. — Juro que vi a una chica llorando solo cuando te vio. 

— Que demonios, a lo mejor se deslumbro con mi belleza y no lo pudo evitar, a veces brillo tanto hyung que hago que las personas lloren. 

— Eres un idiota. — los dos hombres rieron. 

Y es que esa era la verdadera forma de ser de Sehun, si, en el trabajo era un maniático de la perfección y podía llegar a ser un verdadero hijo de puta, pero en su vida normal era un hombre gracioso y demasiado confiado de su imagen, lo bueno era que rosaba la línea de narcisismo y el humor, así que era tolerable.

— ¿Has sabido algo de tu hermanito? 

— Debe estar perdiendo el tiempo y acostándose por ahí 

"PURUS" EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora