Un collar de perlas

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Disclaimer: los personajes y la historia no me pertenecen. Los personajes son de Rumiko Takahashi y la historia es de TouchofPixieDust, yo sólo traduzco.

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Mi dulce Hikari:

Mamá siempre decía que toda mujer debería tener por lo menos un juego de perlas. Solo que el tuyo llegó un poco pronto. Shippo insistió en ser el que eligiera qué perlas se usarían para tu propio y único rosario. Toda la familia, incluidos Sango, Miroku y sus hijos, fueron en busca de las perlas. Los colmillos fueron idea de tu padre. Son tres. Uno es de tu padre. Otro es de Shippo. Y el otro es de tu tío Sesshomaru. Ese fue una sorpresa. Rin le había hablado del rosario que te estábamos haciendo, ella viene a menudo a cuidar de los hijos de Sango, y él se pasó por la cabaña, se detuvo, se sacó un colmillo y dijo que estabas bajo su protección. ¡Cómo hizo eso sin cecear, está más allá de mi comprensión!

Yo no tengo colmillos, o también habría incluido uno de los míos. En vez de eso, ensarté las cuentas y vertí todo mi amor para hacerlo lo más bonito posible. Y es mi magia, con ayuda de Kaede, la que le dará el poder al rosario.

Pensamos mucho en qué orden darle al rosario. Nuestra primera idea fue la de dar la orden de que volvieras. Pero decidimos que se correrían demasiados riesgos con esa. No sabríamos de qué circunstancias te sacaríamos y si te podríamos causar problemas que no podemos prever. Ten en mente que estamos intentando pensar en todo lo que podría ir mal antes de colocar el hechizo en el rosario. Soltar la primera palabra que viene a la mente no siempre funciona bien. Al final, decidimos ponerle una especie de hechizo de rastreo para que podamos saber siempre dónde estás. Como es mi hechizo, solo funciona para mí. Podrás agradecérmelo después, cuando empieces a salir y tu padre no «aparezca de repente» dondequiera que vayas.

Sí, lo sé, no te gusta la idea de que te den órdenes. Pero ten en mente que, como tus padres, necesitamos saber dónde estás para que podamos mantenerte a salvo. Y tú te encuentras en la posición única de poder estar en más de un mundo. Cuando seas lo suficientemente mayor, el hechizo de rastreo se desprenderá el rosario.

Tu cariñosa mamá

Hacer el rosario había sido más agradable de lo que nunca se hubiera imaginado. Más que agradable. Había sido reconfortante y había estado lleno de dulces momentos que habían hecho que sus ojos rebosaran con lágrimas de felicidad. Ver a Shippo estudiando cada perla para el rosario había hecho que su corazón diera un chillido de alegría. Los colmillos le habían resultado un poco extraños, pero también eran lindos. Y probablemente muy poderosos. Después de todo, fueron los dientes del padre de Inuyasha los que hicieron las espadas de Inuyasha y Sesshomaru. Y aquí Hikari tendría los dientes de tres demonios muy poderosos... a su manera. Su madre había donado el collar de cuentas de su propia madre (uno que Kagome había roto cuando era pequeña) para usar partes del mismo.

Kagome tocó uno de los colmillos, maravillándose por cómo había cogido Sesshomaru su mano y puesto su diente en la palma con una mirada glacial antes de desaparecer una vez más. Los dientes guardaban cierta importancia que no podía precisar, pero la apreciaba de todos modos. De alguna manera, consiguió no reírse cuando vio a los tres demonios con iguales agujeros entre sus dientes. Afortunadamente, a los demonios les crecían los dientes rápidamente.

Cada trocito del rosario era algo que algún día se convertiría en un preciado recuerdo. Kagome había cogido todos los trozos y los había entrelazado en un intrincado patrón de aspecto tanto sólido como delicado. A lo mejor tenía futuro en esto de hacer joyas...

Kaede le había suministrado a Kagome el hechizo mágico que tendría que tejer en el rosario mientras lo hacía. Lo único que se necesitaba ahora era darle una orden mientras lo ponía alrededor del cuello de su hija.

El bebé de InuyashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora