La casa de los abuelos es tal y como la recuerdo, a pesar de los años se sigue viendo tan bonita como siempre.
Aunque esta vez siento algo raro, me siento muy exitada y no en el sentido erotico, más bien como emocionada y con mucha energía, escondo el temblor de mis manos al mirar a la abuela que me observa con una mirada que no supe identificar.
El olor a madera inunda mi fosas nasales al poner un pie dentro, esta bien iluminada y tengo un pequeño escalofrío al sentir la calefacción encendida, todos los muebles están bien cuidados. Recuerdo que en el pequeño sofá a un lado de la gran televisión era mi lugar favorito cuando había lluvia.
La casa cuenta con dos pisos, arriba tiene tres habitaciones con su baño correspondiente, en la parte de abajo está la sala, un pequeño comedor con cuatro sillas solamente, hay un pequeño pasillo que si giras a la derecha encontrarás la cocina que es amplia y con un ventanal, si sigues de largo la segunda puerta de la izquierda está un pequeño baño y hasta el final del pasillo está el cuarto de lavado. Como casi siempre hace frío y hay constante lluvia tenemos la secadora dentro.
— Tú habitación sigue intacta. — dice la abuela con una sonrisa.
Abro mi boca en una gran o por la sorpresa, no soy de una familia grande y mis abuelos solamente tuvieron a mi mamá, desde ella ya no quisieron más hijos, sobre la familia de mi papá nunca supe nada de ellos, alparecer ellos viven en otro país pero no tenemos comunicación.
Por eso mismo éramos los únicos que visitaban a los abuelos y por eso yo tenía una habitación para mi sola, que creo que ahora eso va a cambiar debido a mi pequeña hermana.
Decido apresurarme y subir con las maletas en mano, mi abuelo me ayuda con la más grande. Al llegar a la habitación recuerdos llegan a mi mente.
Yo jugando de pequeña con las muñecas que mis abuelos me llegaban a hacer, a mis papás leyendo un cuento antes de dormir. Y a mi mirando hacia la ventana en las noches los animales que pasaban en el bosque.
Porque otra cosa que me encanta es eso, el pequeño pueblo está rodeado de grandes árboles y por eso su clima es casi siempre húmedo.
— Dejaré que te instales y en un rato comemos algo. — avisa el abuelo.
— Si gracias. — le sonrió
Acomodo mis cosas rápidamente en el armario y al terminar me coloco en la esquina de mi habitación para que me agarre un poco de señal, como estamos es zona bozcosa no da mucha señal por aquí solo en puntos estratégicos.
Los tonos empiezan a sonar y solo espero.
— ¡Hola hija! — saluda alegre mamá
— Hola mamá —sonrió.
— ¿Qué tal como estas? ¿Cómo están los abuelos?
— Muy bien mamá. —aseguro
— ¿Qué tal el viaje?
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Mi pequeña Luna
WerwolfMarina Moore tiene una vida muy normal pero por problemas familiares decide irse a vivir con sus abuelos en un pueblo extraño muy alejado a lo que ella estaba acostumbrada, pero todo era para olvidarse de su pasado. Ethan Cooper es el Alfa de la ma...