Marina Moore tiene una vida muy normal pero por problemas familiares decide irse a vivir con sus abuelos en un pueblo extraño muy alejado a lo que ella estaba acostumbrada, pero todo era para olvidarse de su pasado.
Ethan Cooper es el Alfa de la ma...
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— Te vas a acostumbrar a las miradas, tu tranquila —sonríe mi abuelo.
Después de que Ethan me dejara en mi casa estaba muy cansada y subí a mis cuarto directo a dormir, después mi abuela entró a despertarme y avisarme que la cena ya estaba lista.
— Recuerdo que cuando estuve en ese colegio no había tantas cosas como ahora que volví a ir —sonríe mi abuela ante su recuerdo
— De eso quería hablar —trago un poco de agua para pasar el bocado—,cuanso supieron de mi apellido la gente se comportó extraña conmigo —los miro
— ¿Cómo que extraña?
— Si como que me cada vez que estaba cerca de un grupo de personas y se daban cuenta de mi presencia salían corriendo —ruedo los ojos—, como su les fuera a lanzar un hechizo o algo
Frunzo el ceño cuando mi abuela comienza a toser y mi abuelo le da palmadas en su espalda.
— La gente del pueblo no está acostumbrada a recibir nuevos pobladores, te aseguro que a la semana se van a olvidar de eso —responde mi abuelo algo tenso
Después de cenar entre otras pláticas más subo a mi habitación, reviso mi celular e inmediatamente mi pulso se acelera al ver el mensaje.
Mamá: Estamos bien cariño, nos da mucho gusto que la escuela haya estado bien, por el momento estamos en casa de una amiga de tu padre que nos dará alojó en lo que se calman las cosas.
Zoe no deja de preguntar por ti y pide que te digamos que no se te olvide tomar muchas fotos de todos los animales que veas.
Te amamos con todo nuestro corazón cariño.
Con lágrimas en los ojos le respondo con una sonrisa, busco una chamarra gruesa y salgo por la ventana para subir como la noche pasada.
Recuerdo lo que me pidió Zoe y abro la cámara de mi celular, hoy la noche está despejada, hay muchas estrellas y el cielo se ve hermoso.
Permito relajarme suspirando, sin querer mis suelto pequeñas lágrimas...
Ahogo un sollozo y aprieto mis ojos, al momento de abrirlo escucho sonidos en la parte del bosque, volteo rápidamente y veo al mismo lobo negro de la otra noche.
El animal al darse cuenta que lo vi hace a un lado su cabeza mirándome, le sonrio débilmente, por un momento veo sus ojos tornarse dorados pero desaparece tan rápido como lo vi.
El aire frio hace un escalofrío recorra mi cuerpo, con algo de dificultad me levanto y camino de regreso a mi habitación, antes de entrar le lanzó una mirada al lobo y le sacudo la mano en forma de despedida.
Antes de dormir reviso mi muñeca que se encuentra un poco roja.
