Un día para recordar (1)

Capítulo 18

No fui a la escuela en toda la semana, ni tampoco pude cumplir con mi trabajo como niñera, pero esos días sola me sirvieron para pensar bien las cosas. Mason no había vuelto a mi casa desde que vimos la película, puesto que debía cumplir con los entrenamientos que el entrenador les impuso por la tarde, pero si estuvo mandándome mensajes constantemente para saber cómo estaba, los cuales contesté de manera educada y sólo con lo necesario. Lucas vino un par de días a visitarme, específicamente los últimos días de la semana cuando ya estaba un poco mejor. Como buen amigo, me pasó todas las tareas y apuntes de las materias, que aunque estemos en salones separados, los maestros utilizan el mismo plan de estudios para toda la generación. Por otro lado, Travis seguía sin hablarme. Lucas me dijo que había preguntado por mí una sola vez, ya que quería saber la razón de mi ausencia y si me sentía mejor, después de eso, no volvió a mencionar mi nombre.

Ya me estaba cansando de tener esta estúpida guerra sin sentido con Travis, he tratado de mantenerme al margen para hacerle ver su error, pero tal parece que no se arrepiente de la actitud que tomó conmigo y no hay ningún indicio de que quiera pedirme perdón. Por lo tanto, yo tendré que dar el primer paso si es que quiero arreglar nuestra amistad. Y pensar que todo esto es por un malentendido. No puedo creer que piense que Mason es más importante que él, ¿Acaso no cuentan los años de amistad que tenemos?, Travis ha estado para mí desde niños, me ha acompañado en los peores días así como también en los mejores. Él conoce todos mis defectos, obsesiones, secretos y momentos vergonzosos, pero aun así tengo la seguridad de que me quiere con todo su corazón. Mi vida sigue funcionando gracias a Lucas y a él, no puedo imaginarme un mundo donde no los tenga a mi lado. Son y siempre serán todo para mí, ellos y mi madre son la única familia que me queda y no pienso destruir eso por una pelea sin sentido. Mason es importante, pero él ocupa un lugar diferente en mi corazón y eso lo tiene que entender Travis. No puede confundir las cosas y mezclar amistad con amor. Necesito hablar con él cuanto antes y aclarar las cosas de una vez por todas.

- ¡Jordan!

Estaba guardando algunos libros en mi casillero cuando escuché una voz femenina llamarme por detrás.

- Bianca- dije al girarme.

En cuanto mis ojos se posaron en la chica rubia de sonrisa brillante y uniforme color vino perfectamente planchado, no pude evitar sentir una pequeña punzada de celos ante lo increíblemente hermosa que era. Chicas como Bianca Sawyer son la viva imagen de todo lo que cualquier chico desea. Personas como ella parecen sacadas de una película romántica donde la chica no tiene ningún defecto y es tan bella por dentro como por fuera. Es simplemente ridículo.

- Por fin viniste a la escuela, escuché que estabas enferma, ¿Ya te sientes mejor?

- Aún tengo un poco de tos, pero ya estoy mucho mejor, gracias.

- Me alegra mucho.

Me sorprende que Bianca estuviera pendiente de mi ausencia, no creí que fuera una persona relevante en su vida, pero veo que eso de ser amigas iba en serio.

- La verdad es que en los pasados días te estuve buscando para darte esto- tomó su bolso marrón y empezó a buscar entre sus cosas. -Espero que puedas ir- dijo al sacar algo que parecía una carta.

- ¿Qué es esto?- dije, tomando el sobre morado con telarañas negras.

- Es una invitación para mi fiesta de Halloween- explica. -Es este viernes a las ocho y es obligatorio llevar disfraz.

Jamás había ido a una fiesta de Halloween, solía salir de casa por las noches con mis amigos a pedir dulces como es costumbre cuando eres un niño, pero eso lo dejamos hace muchos años. De hecho, suplantamos esas salidas por quedarnos en casa, pedir una pizza y ver películas antiguas de terror hasta la madrugada, eso se había convertido en nuestra forma de celebrar.