Capítulo 25

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Pude haber preguntado de quién era la fiesta o en donde sería, pero honestamente no podía importarme menos, lo único que quería era salir de la incómoda situación en la que Mason y yo siempre nos ponemos. Ya ni siquiera estoy segura de que una amistad entre él y yo sea posible, cada día se está volviendo más insoportable nuestra relación con nuestras indirectas, las múltiples indecisiones y la falta de comunicación. Lo que en un principio para mí era un sueño, ahora se está convirtiendo en la peor de las pesadillas.

Habría jurado que la fiesta era en casa de Cameron o de alguno de los chicos del equipo, pero fue todo lo contrario, estábamos a la mitad de la nada, saliendo del auto para adentrarnos en el bosque. Por un momento creí que se trataba de alguna broma de mal gusto, pero sólo me bastó ver la línea de autos estacionados para darme cuenta de que era real y que los gustos de las personas populares no podían ser más raros.

-       No te preocupes, así son las fiestas cada vez que ganamos un partido- me explica. -Es como una tradición que tenemos.

-       ¿Y por qué no celebran en alguna de sus casas?

Mason soltó una risita discreta.

-       Aquí es más libre y divertido.

No lo entendía, estábamos rodeados de árboles, ramas secas, troncos y raíces que hacían difícil el caminar, sin mencionar el ruido de los insectos y algunos animales que vivían en la naturaleza. Ya era de noche, estábamos completamente a oscuras, de no ser por la linterna del teléfono de Mason y su ayuda al sostenerme la mano para ayudarme a mantener el equilibrio, estoy segura de que ya me hubiera caído varías veces.

Gracias a Dios no tuvimos que caminar demasiado, después de recorrer una distancia sorprendentemente corta, la música se empezó a hacer más ruidosa, al igual que los murmullos y gritos de las personas. Fue bastante sorprendente encontrarme con una gran fogata y una multitud alrededor con vasos rojos en mano y risas estruendosas. El ambiente era como cualquier otro, ruidoso, movido y bastante agobiador, lo cual era perfecto para distraerme.

-       ¿Quieres algo de beber?- me pregunta Mason al reunirnos con las personas.

-       ¿Jordan?- Travis apreció de mi lado derecho.

-       ¿Mason?- Bianca se nos unió también.

Genial, lo que nos faltaba.

-       Hola Jo- me dedica una sonrisa. -Creí que no vendrías esta noche- dijo Bianca antes de arrojarse a los brazos de Mason.

-       Travis, ¿Podrías acompañarme?

Ni siquiera esperé un momento a que me respondiera, lo tomé del brazo izquierdo y lo arrastré hacia el otro extremo, totalmente apartados de ellos. Lo que menos quería era molestar a los tortolitos, a los que verdaderamente están destinados a estar juntos, yo sólo soy una piedra en el camino de Mason, un obstáculo para Bianca y la única que saldrá perdiendo al tener un corazón roto. Hay veces en las que no se manejar las situaciones, me confundo yo sola, vivo en mi mundo de fantasía y olvido cual es mi lugar. He dejado de concentrarme en lo que realmente me importa, he perdido el horizonte de mis metas y no sé en qué momento permití que Mason nublara mi buen juicio. Antes, solía ser una chica discreta e invisible que se concentraba en sus estudios, pasaba el rato con sus mejores amigos y se hacía un tiempo para escribir su propio libro, con la esperanza de que algún día todos los sueños se hicieran realidad. Claro que algo detrás de ello era que buscaba cualquier excusa para admirar a Mason desde la distancia. Hoy en día puedo decir que he cambiado y me he convertido en algo que temía: ser dependiente de alguien.

Me doy cuenta de que he dejado atrás ese amor platónico e imposible que alguna vez fue mi zona de confort y lo he remplazado por un amor que me quema por dentro y me hace daño con cada día, y lo peor es que no sé cómo hacer que mi corazón deje de sentir. Esta no era mi idea del amor y no creo que nadie merezca sentir lo que yo.

Un día para recordar (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora