Capítulo 7

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Tenía empleo. Finalmente tenía un empleo y no podía creer que mi madre haya accedido sin ninguna protesta. Aunque, pensándolo bien, fue su idea y hubiera sido de muy mal gusto retirar su oferta, sobre todo teniendo en cuenta que la señora Levine se veía desesperada. Lo último que me dijo ayer fue que me esperaba en su casa al terminar las clases, después de eso, ella sólo se despidió de nosotras con un fuerte abrazo y múltiples gracias antes de regresar con su familia.

Siendo sincera, estaba emocionada y un tanto nerviosa por cuidar niños. Muchos dirán que para ser una niñera no tienes que esforzarte demasiado, que es una tarea sencilla mientras te asegures que el mini humano siga con vida, pero para mí tiene mucha más importancia que sólo eso. Ser una niñera implica agradarle al niño en cuestión, tener una buena relación y hacer que su tiempo juntos sea divertido para quiera seguir viéndote, así también podrás causarle una buena impresión a tus futuros seguros... Quiero decir, a tus jefes.

Es un empleo seguro, pero requiere de una gran motivación y dedicación. Haré todo lo posible por ser una buena niñera y demostrar que soy la persona más eficiente que pudieron contratar.

- ¿Tú que dices, Jo?

La voz de Lucas me distrajo de mis pensamientos.

- ¿Ah?- parpadeé varias varias veces, recordando que nos encontrábamos sentados en una de las mesas de la cafetería.

- Te dije que no estaba prestando atención- intervino Travis, quien estaba en frente de mí.

- No logró entender como es que descifras eso.

- Porque siempre apoya la mejilla en la palma de su mano derecha y tiene la mirada perdida hacia abajo.

Lucas giró su cabeza hacia el lado izquierdo y en cuanto nuestras miradas se cruzaron ambos nos dimos cuenta de que estaba en la pose exacta que Travis acababa de describir.

- Lo siento chicos, ¿Qué me decían?- digo reacomodandome en mi asiento.

- Lucas y yo hemos estado hablando- empieza a decir Travis. -Y ambos llegamos a la conclusión de que será mejor no asistir al concierto.

- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

- Pues porque tú no vas a ir- responde Lucas.

- Pero chicos, eso ya no va a ser necesario.

- ¿Y eso? ¿Acaso apareció tu hada madrina y te dio el dinero faltante?

- No, algo mejor- hago una pausa. -Tengo empleo.

Decirlo en voz alta me emocionó, pero mis amigos tenían una expresión neutra. Ambos me miraban fijamente entre varios parpadeos, se notaba que querían decirme algo, pero por alguna razón no podían soltar sus palabras.

- ¿Están bien?- trato de romper el silencio.

- ¿En que universo alterno tu madre te dejó tener un empleo?

No pude evitar reír ante el comentario de Lucas.

Mis amigos saben mejor que nadie cada detalle de mi vida, por lo tanto, ellos estaban enterados de la estricta opinión de mi madre sobre tener empleo estando aún en la escuela. Ellos creían que era una exageración por parte de mi madre pensar que el tener una actividad extra que me generara un poco de dinero sería razón suficiente para abandonar mis obligaciones como estudiante. Claro que yo compartía el mismo pensamiento que ellos, pero mi madre estaba empeñada a no permitirme trabajar, hasta ahora.

Esa es una de las muchas razones por las que quiero mantener este trabajo, espero poder des mostrarle a mi madre que soy capaz de estudiar y trabajar, y que nada será un obstáculo para cumplir mis metas. Yo mejor que nadie sé el poder que la perseverancia tiene para poder alcanzar nuestros objetivos. Además, estaría mintiendo si dijera que esto no es una de las mejores cosas que me han pasado. Viéndolo de una perspectiva bastante positiva, podré ayudar con las cuentas de la casa, lograré reunir el dinero para comprar los boletos del concierto, le demostraré a mi madre que ya soy una mujer madura y autosuficiente, obtendré otro crédito para poner en mi currículum de universidad y quizás pueda estar cerca de Mason.

Un día para recordar (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora