Al pasar cinco años, la era del despertar los azota. Base que da por finalizado el tormento de Gamba, mujer de una deidad inexplicable por debajo de la tierra; ella quién es vencida por la temible catana roja, crea aún más controversias incluso desp...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
┊ ┊ ┊ ┊ ┊┊ ┊ ✫ ˚♡ ⋆｡ ❀┊ ☪︎⋆⊹┊ . ˚✧
El desorden de emociones llegó meses después, el grupo se disipó, todos huyeron por su bienestar dejando a Gemma sola en el país de las inmundicias (Kamphra). A la dama morena le partió el corazón escuchar que su hermano se había escapado luego de atentar contra la vida del gobernante, quebrantó las leyes de los Groover al interponerse en la decisión de un lozano, él ansiaba tener el poder de Bánnara, sin embargo, el vejestorio no se lo permitiría.
—Debimos detenerlo.
Escuchó a su madre balbucear al momento que la misma entro encubierta a su hogar, Gemma cerró las cortinas con rapidez al igual que las ventanas, no deseaba ser vistas en este estado. La mujer cayó de rodillas ante ella, lo cual llamó su atención en segundos, en años, nunca había visto a su madre de ese modo.
—Debí hacerlo... Yo, yo no pude matarlo, Gemma.
Acogió el cuerpo de Génova escuchando sus lamentos, desde que Galder se marchó, las cosas con ella han cambiado. La expresión de felicidad que solía ver se esfumó como polvo.
—Prometo, prometo guiarte por el buen camino hija, lo juro...
Ese juramente fue en vano.
Fue la única vez que vio a su madre tan angustiada, sus ojos cambiaron de la alegría a la tristeza y pocas veces Gemma podía ver su rostro en las sombras de casa. Luego de que se escabullera en la residencia Groover, le era complicado regresar al Valle donde muchos consideraban que la mantendrían escondida para salvaguardar su vida de la muerta que su propia comunidad le brindaría.
Cuando ella regresó a la residencia, una visita inesperada se asomó en medio de la gran sala cuando su presencia se hizo notar. El joven príncipe, André, estaba rindiendo reverencia a su padre, quien seco sus lágrimas de inmediato, Gemma sentía aún más curiosidad.
Las cosas no estaban saliendo para nada bien. Su madre había salido hace días, por ordenes del gobernante ella debe aniquilar a su hijo. El clan Groover estaba en observación, la mirada emotiva de Sophie y James no la apartaban ni por un segundo de ellos. A duras penas podía soportar lo que estaba pasando, es aquí cuando considera que fue mala idea regresar a casa.
Su padre se hallaba en la oficina firmando papeles como suele hacer. Cuando divisó por el rabillo del ojo quien se ubicaba en su interior, notó la presencia del príncipe: André.
—No deberíamos ocultarlo. —escuchó Gemma al Nazki hablarle a su padre.
La dama morena se adentró a la sala y André al verla sonrió.
—¡Gemma!
—¿Sabes André? Un líder que solo sabe sentarse en esa estúpida silla observando como su familia se desmorona, no es alguien que yo deba respetar después de todo. —expresó tan de pronto Gemma ocasionando un silencio.
