Al pasar cinco años, la era del despertar los azota. Base que da por finalizado el tormento de Gamba, mujer de una deidad inexplicable por debajo de la tierra; ella quién es vencida por la temible catana roja, crea aún más controversias incluso desp...
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La sala de reuniones estaba preparada, los jóvenes se adentraron a la misma con el ánimo hecho un caos, ha sido un día trágico en gran manera y muchas cosas inconclusas topaban en su vida.
—¿Cuándo fue la última vez? —cuestionó Simón lanzándose sobre la silla.
A pesar de que faltaban ciertas unidades, cada uno recordó los momentos que vivieron dentro de la gran sala junto a Gényus y compañía. Kan robó una de las frutas que se encontraba en medio de la mesa, Tova tomó el sitio a su lado, estaba enojada porque no logró quedarse con Yaám en el hospital, ahora mantiene su confianza en aquellos curanderos.
Conforme los segundos pasaban, otras personas se fueron añadiendo, como Gamura, que entró hecho una furia luego de haber sabido el paradero de su hermano durante el día.
—Ni se te ocurra asistir a una reunión sin avisarme...
—De igual forma vendrías, estamos cortos de personal. —siseo Gian sintiéndose apenado—¿Qué agencia es esta? —expuso con sorna.
—Los caza si puedes. —aseguró Simón, encogiéndose de hombros, era un buen nombre, a fin de cuentas— corre y vives, corta cabezas y...
—¿En serio es un espadachín? —cuestionó Gian.
—Hey, sin juzgar el talento hermano, somos buenos en esto. —se defendió Simón.
El silencio se creó luego de que Gus apareciera en la puerta, que cerró al instante. El puesto que era la cabeza de aquella reunión.
—Soy el menos indicado para estar aquí. —se excusó con brevedad tragando grueso.
—Con paciencia, es algo normal —susurró Aitara—, ¿cómo esta ella?
—¿Es cierto lo que vimos? —prorrumpió Simón, el guardián de Gemma asintió.
—¿Por qué ocultarlo? —cuestiona de pronto Nina.
La dama Green sentía pesar, la muerte de su madre no era algo que le lleno de alegría (pese a las indiferencias que tuvieron). Sin embargo, no imaginó que algo tan atroz como lo revelado pudiese acontecer.
—Pudo haberlo confesado...—musitó Nina divisando a Gus.
—Sabes que no es fácil. Gemma...no es tan sencilla como crees —dijo Damián—. Fuimos nosotros los que nunca estuvimos para ella, ¿lo saben?, ¿no?
—Lo reconozco, pero no debió. —comentó Arýx.
Gus aclaró su garganta para así continuar:
—Cuando esté disponible, ella hablará. Sé que podrán enjuiciarla, mató a personas de rango élite y no creo que sea perdonado con facilidad. André se compadecía de ella.
