Capítulo 10 (prt. 2)

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¿Estas segura que esto no tiene algún efecto secundario? —preguntó Brisa alzando el martini mientras Angie sonreía—. Yo me siento algo mareada.

Es porque no hemos cenado y ya tomaste dos—dijo Angie a su lado ayudándola a colocarlo sobre la mesa y viéndola con una sonrisa—. ¿Quieres que ordenemos algo de cenar?

Yo muero de hambre—dijo Martina al lado de Angie y ambas la vieron con una pequeña sonrisa—. Necesito que me alimentes An.

Podríamos pedir algo para picar entre todas—sugirió Angie y vio a Brisa observar la copa de martini atentamente. Le tomó la mano llevando la copa hacía la mesa de nuevo, y Brisa le sonrió señalándosela.

Tiene burbujitas— dijo Brisa con una pequeña sonrisa viendo a las tres mujeres que la veían fijamente.

Tu amiga es peso pluma—le dijo Emilia a Martina que se limitó a verla de arriba abajo antes de suspirar.

No está acostumbrada a tomar—se encogió de hombros Martina en respuesta.

Le pediré algo de cenar quizás alguna bebida que no tenga alcohol para que no se emborrache— dijo alzando la mano para llamar la atención de uno de los meseros muy bien parecidos e impecablemente vestidos que atendían el lugar.

No estoy borracha—le dijo Brisa y Angie se giró para verla con ternura.

Aún no—fue la respuesta de Angie mientras escuchaba a Brisa reír un poco y ella se sentía feliz de verla tan relajada y feliz—, pero quiero que estés sobria para cuando venga Mica. No llevamos ni veinte minutos aquí y ya tomaste dos martini.

Es que me gustan las aceitunas—fue la respuesta de Brisa y Angie no pudo evitar reír ante la afirmación de Brisa que saltaba un poquito siguiendo el ritmo de la música sobre la butaca aterciopelada en forma de semicírculo.

En sus cenas siempre se ponían bastante relajadas después de algunas copas de vino. Jamás se emborrachaban simplemente dejaban que su cuerpo se relajara del estrés del día y conversaban largamente sobre sus vidas. Angie sabía todo sobre Brisa, pero su amiga no podría decir lo mismo sobre ella. Angie no hablaba de su vida, por lo menos no completamente en cambio Brisa era un libro abierto.

Era la mujer más gentil, tierna y amorosa del mundo. Era seria en su trabajo, pero cuando sonreía el mundo parecía iluminarse de una manera increíble. Tenía el espíritu de una mujer luchadora, fuerte e independiente con ganas de probarle al mundo su valía. Era inspirador ver la forma en que su vida giraba en torno a su familia. Pero era mucho más cautivador e inspirador verla de esa forma, relajada, feliz y disfrutando de una noche especial. Angie se había negado tanto tiempo la diversión, tanto tiempo la felicidad y era por eso que se compenetraba tanto con Brisa

Ella tenía un motivo para negar la diversión cuando tenía que trabajar duramente por su hija, su abuela y su negocio. Por otra parte, Angie simplemente se negaba la felicidad por el simple hecho de hacerlo. No existía una razón aparente para seguirse castigando dos años después por una relación que la dejó destrozada, marcada y herida.

Su mirada se dirigió a Brisa que estaba absorta viendo el menú y sonrió recordando la conversación que habían tenido la noche anterior después de preparar el filete de salmón con salsa blanca y champiñones más delicioso que hubiera probado en su vida.

FLASHBACK

DÍA ANTERIOR

¿Te enamoraste de Nicolas? —preguntó Angie mientras ella y Brisa estaban en una de las mesas fuera de la pastelería viendo las estrellas con una copa de vino después de una cena deliciosa.

Me ilusioné con él—dijo Brisa suavemente sentada al lado de Angie—. En realidad, no sé si fue amor o es lo que yo percibí como "amor". Era muy joven y me sentía sola. La soledad muchas veces puede hacer que alguien confunda los sentimientos y se haga toda esta mezcla en tu interior que provoca que cometas tantos errores.

The Sweetest Love ADAPTACIÓN (brangie) CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora