MIENTRAS EN OTRA PARTE DE MIAMI:
Un hombre yacía en una cama con su cuerpo desnudo y un poco adolorido después de los eventos que se acababan de llevar a cabo dentro de esas cuatro paredes que encerraban todo el erotismo e historia de una vida que tenía mucho tiempo de vivir y disfrutar. Aunque esa noche todo parecía diferente.
—¿Puedo hablar? —preguntó y el hombre que estaba de espaldas a él limpiando uno de sus látigos se giró para verlo.
—Sabes cómo son las cosas, Frank—dijo él fríamente—. Luego de terminar puedes hablar con libertad.
—Es que últimamente las cosas son diferentes contigo—empezó él y el otro hombre simplemente puso los ojos en blanco—. Desde que regresamos de Londres lo único que te preocupa es esa mujer. Yo no encuentro que sea una mala persona, en realidad es muy bonita, educada y decente.
—Sabes que no me gusta que te metas en mis asuntos. Ya te dije que no podías hacer preguntas y debes hacer lo que te dije—informó el otro hombre.
—Pero me enviaste a su consultorio con una historia falsa y ella lo único que hizo fue tratar de ayudarme. No creo que sea una mala persona—dijo Franco Noriega con la voz un poco llena de miedo al ver el rostro del hombre frente a él cambiar completamente y tornarse furioso.
—No es una historia completamente falsa—dijo él otro hombre con desprecio mientras tomaba su ropa interior para ponérsela—. Solo modificamos la razón por la que intentaste quitarte la vida meses atrás. Hemos trabajado en eso Franco. Esto es parte de tu terapia. Has mejorado mucho desde que te conocí en Londres con depresión y a punto de suicidarte. Eres un hombre solo, sin hijos y bisexual. Sabes que todo lo que hago es por ayudarte.
—Y me has ayudado mucho porque finalmente pude relacionarme con alguien. No es fácil para mí relacionarme con la gente. Estaba encerrado en mí mismo y tú me ayudaste a salir de eso y a darme una nueva forma de canalizar mis energías y olvidarme un momento de quitarme la vida desde que murió mi madre, pero no entiendo que tiene que ver la doctora en esto.
—Esa "doctora" no es nadie—dijo con furia—. Lo único que quiero es vengar el dolor que causo.
—¿Qué dolor? —preguntó sin entender—. Quizás si me explicaras porque razón quieres hacerle daño lo entendería. Es una mujer preciosa y se ve que es buena persona.
—Sabes que yo solo busco lo mejor para las personas, Frank—dijo acercándose a él—. Ella no está capacitada para ayudar a nadie y gana una gran cantidad de dinero fingiendo que se interesa por los demás. Lo que nosotros debemos hacer es que su reputación se pierda. No es tan difícil sabes lo que tienes que hacer.
—Ella estuvo hablando conmigo. Me dijo que era valioso e importante. Ella me dijo que sería bueno que hiciera cosas que me gusta hacer para olvidar un poco la depresión que siento—dijo Franco viendo los ojos claros del hombre frente a él que de pronto se enfurecieron—. Me dijo que volviera a cocinar y tú me dijiste que no lo hiciera. No quiero perder mis restaurantes.
—¡¿Entonces que quieres?! —le gritó—. Ahora resulta que vas a tomar consejos de una mujer que solo tiene un perfil falso de lo que eres. Estoy seguro que no le dijiste que disfrutas que te golpeen, te aten y todas las cosas que haces conmigo.
—No le dije eso, pero ella...—un fuerte golpe en su mejilla lo interrumpió y guardó silencio—. Lo siento. Lo siento amo.
—Estás cuestionando mis decisiones y sabes que no me gusta y mereces un castigo por eso. No quiero que te desvíes de la misión que te he dado—Franco asintió—. Sabes que yo soy tu dueño. Debes hacer todo lo que yo te digo y ahora mismo todo tu enfoque debe estar en enamorar a esa estúpida. No es tan difícil—el otro hombre bajó la mirada—. Es una buena causa y te servirá para saber que eres capaz de tener relaciones con mujeres. Es todo parte del proceso para curarte y que te olvides de que no vales nada y te quites de tu mente el deseo de acabar con tu vida. Ahora tienes un propósito que era algo que no tenías antes y debes cumplirlo.
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The Sweetest Love ADAPTACIÓN (brangie) CANCELADA
FanfictionNinguna de las dos buscaba el amor, pero el amor las encontró a ellas. Brisa Domínguez necesitaba ayuda urgente, su hija Emily, de diez años había recibido un ultimátum: debía mejorar su conducta o sería expulsada del colegio al que asistía por mal...