The Sweetest Love ADAPTACIÓN (brangie) CANCELADA

Capítulo 26

MIAMI, FLORIDA

PENTHOUSE DE ANGIE:

BRISA'S POV

Todo lo que estaba viviendo parecía irreal. No era el hecho de que en ese momento me encontrara horneando cupcakes de chocolate en casa de Angie, porque eso no era nada nuevo para mí. Bueno, la parte de hornear en casa de Angie si lo era, pero hornear y todo lo que llevará dejar fluir mi arte y creatividad en postres no lo era. Adoraba perderme en la cocina y así olvidarme un momento de la realidad. Pero en ese momento mi realidad me parecía tan maravillosa que era posible que estuviera en un sueño.

Estoy de pie en un penthouse hermoso, con una vista fabulosa a Miami Beach y la playa. Escuchó a mi hija reír con Angie mientras juegan video juegos en la sala de estar las dos recostadas en el piso riendo sobre la poca destreza de Angie en el juego que Emily ha elegido. Yo no puedo evitar sonreír al ver los pies desnudos de Angie moverse en el aire mientras se encuentra con un hoodie gris, una coleta y unos jeans rotos. Parece tan despreocupada, tan cómoda y tan feliz.

Luego está mi abuela. Mi abuela que está perdida en un libro de crucigramas que Angie había comprado para ella. Está sentada muy cómodamente en la mesa de comedor de Angie con una hermosa vista. Ver a mi abuela y saber que gracias a Angie existe una posibilidad para ella es hermoso. Saber que tendrá un tratamiento para su enfermedad, saber que tendrá una mejor calidad de vida. Y todo eso se lo debía a Angie.

FLASHBACK

HORAS ATRÁS

BAPTIST HEALTH SOUTH FLORIDA

—Me alegra tenerlas aquí—dijo el doctor muy sonriente—. Soy el doctor Ryan Bostic y estoy encargado del proceso de desarrollo de la Señora Amanda en el programa de Baptist Health para la Osteoporosis. Asumo que son parientes de la Señora Morgado.

—Es mi abuela—respondió Brisa sentándose y sintió a Angie a su lado dándole todo el apoyo del mundo—. Ella es Angie, mi...—Angie la interrumpió.

—Soy su novia—sonrió y Brisa no pudo evitar sonrojarse al ver la mirada del doctor sorprendida, pero sin dejar de sonreír.

—¿Cómo está mi abuela? —preguntó Brisa para evitar sentirse un poco extraña ante la situación.

—Bueno Brisa—empezó el doctor—. Los dos sabemos que tu abuela padece de osteoporosis—él sonrió—. ¿Te puedo tutear?

—Sí, claro—respondió Brisa y Angie entrelazó su mano con la de ella.

—Tu abuela padece de osteoporosis que es una enfermedad esquelética que provoca una disminución de la masa ósea y el deterioro de los huesos. Lo que esta enfermedad causa es que exista fragilidad en los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. Sé que tu abuela tuvo una leve caída unos años atrás. ¿Me hablas de eso?

—Estábamos redecorando la pastelería—el doctor sonrió.

—Ella me dijo que trabaja contigo en una pastelería—sonrió—. Es una mujer muy simpática.

—Lo es—dijo Brisa sonriendo y observó a Angie que tenía la mirada fija en el doctor y su mano entrelazada con la de Brisa fuertemente—. Ese día ella estaba ayudándome a pintar y se deslizó con el papel que habías puesto para cubrir el piso.

—Se lastimó la mano—dijo el doctor viendo el expediente y Brisa asintió.

—No tengo seguro y ella tampoco así que la llevé a un hospital público donde la atendieron muy bien—murmuró Brisa—. Y allí detectaron que algo iba mal con sus huesos.

—Entiendo—dijo el médico anotando algo en expediente y Brisa se giró para ver a Angie que simplemente le sonrió de forma dulce acariciando su mano con su pulgar—. ¿Le hicieron algún tipo de pruebas para comprobar la osteoporosis?