Capítulo 39

359 15 0
                                    

MIAMI, FLORIDA

PASTELERÍA SWEET LOVE

—Nicolás—dijo en un susurró y cerró los ojos. Alcanzó a escuchar el grito de Álvaro llamándola, pero de repente todo se volvió negro.

Todo se volvió negro, pero eso solo duró unos segundos. Brisa no le iba a dar el gusto de desmayarse frente a él así que cuando sintió los brazos de alguien sosteniéndola se separó y observó a Álvaro.

—Brisa, ¿estás bien? —le preguntó Álvaro preocupado—. Pensé que ibas a desmayarte.

—¿Qué haces aquí? —dijo Brisa ignorando a Álvaro y acercándose a Nicolás con los ojos llenos de furia contenida—. Te ordeno que salgas de mi negocio ahora mismo.

—Brisa...—dijo él pero Brisa negó.

—¡Fuera! —dijo lo suficientemente fuerte para que algunos clientes giraran en su dirección—. No tienes ningún derecho a estar aquí. Vete ahora mismo.

—Brisa, quiero hablar contigo—dijo él serio sin levantarse— ¿Podrías comportarte como una persona racional y escucharme?

—¡¿Persona racional?! —dijo Brisa con ironía—. Lo que me impide sacarte de aquí a golpes es la parte racional en mí—le gritó Brisa furiosa—, y porque aún conservo mi educación y mis valores a pesar de estar frente a una escoria como tú. ¿Quién te crees que eres? ¿Cómo te atreves a aparecer aquí después de años?

—Brisa—dijo él levantándose y en ese momento Brisa se percató de su brazo. Los ojos de ella se abrieron y Nicolás simplemente lo ocultó y respiró hondo—. Necesitamos hablar.

—No—dijo Brisa sin dejar que eso la afectara—. Tú y yo no tenemos nada de qué hablar y te pido que te vayas.

—No voy a irme hasta que me escuches—dijo Nicolás molestó y en ese momento Álvaro intervino.

—La dama fue muy clara—dijo Álvaro observándolo—. Si ella dice que te vayas eso es lo que tienes que hacer.

—Tú no te metas, idiota—le dijo a Álvaro furioso—. Brisa tenemos que hablar y merezco que me escuches si he tenido el valor de presentarme aquí.

—¿Valor? —Brisa rio irónica—. ¿Me hablas de valor? Tú no tienes nada. No vales nada ni como hombre—Brisa suspiró—. El valor para mí lo perdiste desde el momento en que me dejaste sola y embarazada hace diez años para que me las arreglara sola con un niño que no sabías si era tuyo, así que ahora lárgate de mi negocio—Brisa empezó a caminar para pasar atrás del mostrador, pero Nicolás la siguió y eso hizo que Álvaro también fuera atrás de ella.

—Llama a la policía—le dijo Álvaro al pasar cerca de una preocupada Martina que veía la escena totalmente sorprendida—, si es necesario.

----

—¡Brisa! —le dijo Nicolás siguiéndola hasta una oficina—. Solo quiero hablar contigo de buena forma.

—¡Yo no quiero hablar contigo! —le gritó—. No te visto en diez años. No me vengas con tus estupideces—Brisa estaba realmente furiosa y alterada—. No tienes nada que hacer aquí.

—Solo quiero arreglar las cosas—dijo Nicolás.

—¿Arreglar qué cosas? —le preguntó—. Tú y yo no tenemos nada que arreglar. Ni siquiera deberías estar aquí. No eres más que un poco hombre, canalla y cobarde.

—Brisa, mira sé que merezco que me digas esas cosas, pero he cambiado—empezó él—. Estoy aquí porque quiero arreglar las cosas. Quiero empezar contigo y con mi hija de nuevo.

The Sweetest Love ADAPTACIÓN (brangie) CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora