12. Señal

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—Fuiste demasiado duro con él —dijo Kento incapaz de contenerse, una vez que la puerta se cerró detrás de Satoru.

—No estarías diciendo eso si hubiera sido yo quien perdiera sus anillos —respondió Suguru con burla.

—Jamás te he entendido Geto. Llamas a Satoru tu mejor amigo, lo hiciste tu padrino de bodas, pero si se equivoca, por pequeño que sea ese error te vuelves en su contra, ¿que fue lo que él te hizo para que le sigas guardando tanto rencor?

—Yo no le guardo rencor, Nanami —gruñó Suguru.

Kento negó con la cabeza.

—No se merece que lo trates de esa manera.

—Vete de aquí, Nanami. No te quiero en mi boda.

—Suguru... —dijo Yu en un tono apaciguador, pero sólo se ganó una mirada irritada de su prometido.

Kento miró a su mejor amigo con cierto pesar, Yu siempre decía que Suguru era maravilloso, muy atento, siempre lo escuchaba y lo quería tanto, pero Kento jamás pudo darle su voto de confianza, temía el día que en que su relación se acabara y todo ese supuesto amor se volviera en contra de Yu. No quería verlo sufrir, no quería verlo llorar por el dolor como había visto llorar a Satoru tantos años atrás.

—Que los anillos se hayan perdido debería ser una señal para ustedes —dijo Kento dejando los anillos sobre la mesa más cercana y dirigiéndose hacia la puerta.

—Los anillos no se perdieron, Nanami. Satoru los perdió, es diferente.

—Al contrario de lo que crees, Satoru no se pasa los días pensando en cómo sabotear tu vida y arruinar cada cosa que tienes.

—Ken-chan —llamó Haibara acercándose a él con la clara intención de detenerlo.

—Lo siento, Yu. De verdad quería verte feliz y estar contigo hoy, pero no puedo. Lo intenté por años, pero él no me agrada y no creo que eso cambie nunca.

🌻💍💟

Para sorpresa de Choso, Suguru y Yu hablaron tranquilamente y decidieron retrasar su boda un par de horas, pero definitivamente deseaban continuar. Después de hablar con la recepción para informar los cambios de planes, Choso decidió tomarse un momento para fumar y para beber algo, antes de tener que volver a sumergirse en el terrible estrés que implicaba la boda. Todo el alboroto le había hecho darse cuenta de que no quería tener que volver a organizar una boda nunca más, así que esperaba que a Satou no se le cruzara la idea de pedirle su ayuda, aunque, dada su historia juntos y el buen juicio de Kento, estaba seguro de que no sucedería.

Desde su lugar en la barra, Choso podía ver sin dificultad el lobby del hotel, por lo general, no era de los que miraba a otra personas, sin embargo, el bartender que le estaba sirviendo, se distrajo lo suficiente como para derramar el whisky en la barra, lo que eventualmente lo llevó a mirar hacía afuera. Frente a la recepción estaba Mei-Mei, ataviada un hermoso vestido rojo estilo Qi Pao y tacones de aguja, pero lo que de verdad hizo que Choso no apartará la vista, fue el niño que no que iba en sus brazos.

Choso sintió una oleada de pánico atravesándolo, a medida que los puntos se conectaban en su cabeza uno tras otro. Poco más de tres años atrás, durante una reunión de exalumnos de Jujutsu College, las cosas se habían salido de control, comenzó con Satoru completamente ebrio porque recientemente había terminado su relación con Kento y concluyó con Suguru y Mei-Mei cogiendo en el mismo baño dónde Choso estaba vaciando su estómago luego de haber comido algo en mal estado, un desastre total sin importar desde dónde se mirara.

—Aquí estás —dijo alguien poniendo una mano sobre su hombro—. ¿Te escondes de alguien?

—Obviamente no de ti, Hiromi —suspiró Choso apagando su cigarrillo en el cenicero y cerrando los ojos por un momento cuando el aludido le dio un beso en la cabeza.

—Es muy pálido, ¿te sientes mal?

—Vi a Mei-Mei y a su hijo. —Hiromi asintió con la cabeza y estiró su mano para robar el cóctel que Choso ya no quería probar.

—No pudo haber sido tan estúpido como para invitarla, ¿o si?

—No lo hizo —confirmó—. ¿Crees que quiera detener la boda?

—Obviamente.

Choso suspiró pesadamente y recargó la cabeza sobre su manos, dándose cuenta de que Kento tenía razón cuando dijo que los anillos perdidos eran una señal.

—¿Debería subir y decirle a Suguru que lo sé todo y que Mei está aquí? ¿O debería sólo cumplir mi rol como oficiante y esperar a que ella irrumpa dramáticamente en la boda?

—Conoces mi opinión al respecto, Cho —dijo Hiromi haciendo girar el hielo que quedaba en el vaso—. Debiste decirle a Yu cuando ocurrió, especialmente considerando que esa noche, Suguru no sólo estuvo con Mei-Mei, si no que intentó coaccionar a Satoru...

—Ya entendí —interrumpió Choso levantándose de su asiento—. Iré a decirle a Yu que toda su relación es una mentira.

—Te esperaré aquí.

—Yuji y Sukuna están arriba —añadió Choso—. Si no vuelvo en veinte minutos, por favor pon a mis hermanos a salvo, Suguru arrojó un par de anillos por la ventana hace rato y creo que podría hacerme lo mismo.

Era un chiste, pero a Hiromi no le hizo nada de gracia.


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n/a:

Holi, perdón la demora, el cambio de clima en mi ciudad me hizo sentir un poco mal, así que no tuve energía para escribir, lo bueno es que tenía bastante claro lo que quería para estos capítulos, así que salieron rápido. 

Eso es todo por hoy, vuelvo mañana :)

Falling for U #4: You're the One I Want [NanaGo] [Jujutsu Kaisen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora