Nro. 18~ Lluvia

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Pov. Frey (La Ministra)

La bruja está en mi poder, y para mejor su celo está presente, lo cual me permitirá controlarla...

-Ministra.

Noté que un asesor muy alterado entraba a la sala, parecía muy impaciente así que lo dejé.

-¿Qué sucede?

-Esa bruja... Ella no es como las otras mi señora, tenerla así solo hará que su estado empeore.

-Es precisamente lo que busco, Sylon.

-¡¿A-a que se refiere?!

-¿Que a qué me refiero? Pues, lo que más desea ahora es estar junto a su alma gemela sin importar qué, así que tenerla lejos hará que su locura crezca al punto de ser una total bestia eh... Sexual, supongo.

-¡Pero ella es la Bruja Berserker! ¡Y por algo le dicen así!

Ugh, este idiota cree que no entiendo lo que sucede, quisiera que solo... Hmmm.

-Guardias.

Vi como casi de inmediato llegan al salón.

-Por favor escolten a este señor fuera de aquí, esta alterado y necesita... Refrescarse.

-Entendido señora.

Dijeron ambos, me da risa que se llevaron al pobre bastardos jalado por los brazos. Pero igual, nadie me iba a decir cómo dirigir MI visión.

Bueno, ya me puse de mal humor... Iré a ver a la bruja, a ver si aún sigue cuerda.

Caminando por los pasillos me encontré a Ruby, ella ya no aparece tan seguido por acá y ni se acerca a mi.

-Teniente Ruby, que gusto verla.

-O-oh mi señora, el placer es mio.

-¿Que te trae por aquí?

Ella parecía nerviosa, no lo entiendo. ¿Acaso AHORA es que me tiene miedo?

-Yo... Estaba ayudando a los guardias en sus patrullas por los pasillos.

-Ya veo, siga así.

-Hasta luego mi deidad...

No se que mosca le habrá picado, pero por poco y salia volando para huir de mí. Da igual, llegue hasta la celda rodeada de guardias. El lugar era oscuro, escasamente iluminado por pequeñas bolas de fuego flotantes que adornaban las paredes.

-Exijo ver a la bruja, señores.

-Entendido mi deidad.

Dijeron todos al mismo tiempo, despejaron la puerta y me dejaron pasar sin problemas. La celda estaba oscura y de verdad no podía ver nada, unos ruidos como de respiraciones y cadenas moviéndose fue lo que me indicó dónde se encontraba, y bueno tampoco estaba en cualquier lado, ella está encadenada a la pared.

-Hola querida...

-Y tu que mierda... ¿¡QUIERES?!

-Bueno, solo vine a ver como te encontrabas. Y veo que cada segundo que pasas acá estas peor...

Vi como trato de avalanzarse contra mi, pero las cadenas la detuvieron.

-Tonta, es inútil tratar de romperlos, los usé con Kang.

-Tch...

-Bueno, estaré esperando por tu bestia querida, y no te preocupes... Tu serás la que me traerá a tu humana, Skylar.

Una lágrima bajo por su mejilla, aun cuando trataba de luchar. Ya era suficiente,aun no está lista, llamé a los guardias y les ordené volver a sus posiciones, lo cual hicieron, cerrando la puerta detrás de mi. Unos gritos de exquisita desesperación empezaron a sonar provenientes de la celda.

《No Soy Tu Mascota》(Lesbianas) Leer Descripción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora