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KAMPHRA
Gemma meditaba en silencio entretanto que se hallaba cerca de Gus y Yaám, otro par de pendejos le acompañaban para presentar un "juicio" ante ella. Su mente se ocupaba en lo que sucedió aquella tarde, y la forma tan drástica en que se iniciaban las cosas.
No solo su vida estaba en peligro, sino también la de Yaám.
—Gemma...—La joven se detuvo al escuchar esa voz masculina que le incomodaba.
Era distinto a las que conoce a su alrededor, algo que debe admitir ese estado en que le llama, como si de cierta forma estuviese pidiendo ayuda; tragó en seco mirando hacia atrás, Yaám se detuvo a la par de ella.
—¿Qué sucede?
—¿No lo escuchas? —cuestiona en tono bajo.
Yaám observaba lo que ella necesitaba expresar. Sin embargo, debe aceptar que no es algo normal que se detenga a mitad de camino por algo que cree haber escuchado.
—Sonó...muy real —expresó con cierta tristeza invadiéndole. Yaám se cruzó de brazos acercándose a ella, puede que le estén esperando en la parte de adentro, aun así, da gracias a que le han dado un espacio para que pueda reunir sus ideas, y a lo mejor testigos, en contra—. Yaám... algo no está bien.
—Eso sucede siempre, Gemma.
—No entiendes...—Ella palpó su mano.
Es cierto, no puede sentir lo mismo, ya que en él no queda rastro de Asrad, ni mucho menos de la energía maldita que le consumía antes. Yaám acortó la distancia entre ellos.
Conoce sus inquietudes, y los miles de cosas que hoy le atosigan, es por ello por lo que ahora se encuentra a su lado jugándose la vida. Quizás lo tomen como cómplice o incluso lo culpen de algo que no ha hecho por mantener una estrecha relación con Gemma, aun así, agradece siempre por las cosas que ocurrieron y seguirán pasando mientras vivan.
—Miedo, es lo único que puedo sentir ahora.
—Gemma...—Gus apareció en medio del pasillo, la joven se encontraba examinando la situación, observando a la parte de afuera—. ¿Interrumpo? —El joven soltó la mano de la pelirroja para así tomar una postura diferente—. Lo siento, y lamentó no haber aplazado esto, parece que nadie conoce porque ha transcurrido una reunión con la orden judicial tan de pronto. Incluso ellos están inconformes con los pedidos.
—No deseo adelantarme a ningún hecho —musitó. Gus continuó:
—Sé que estás un poco preocupada por las cosas que no se han resuelto ahora. Pero, ten por seguro que saldremos lo más pronto posible. —Él se giró para que Gemma le siguiese, sin duda alguna era momento de comenzar con la función.
—Gus...—El llamado hacia dicho hombre hizo que su caminar se detuviera, él se giró de inmediato— Gus...—Ella tocó su frente con cierta indecisión, sintiéndose un poco culpable por lo que ahora invadía lo profundo de su ser—. Sabes que odio expresarme con respecto a esto, y todo lo que mencione o diga es una probabilidad cercana a la muerte, pero...
—¿Sientes que el ambiente se ha tensado?, ¿no es así? —Amaba la forma en la que su guardián le comprendía, sin siquiera tener que explicar lo que sucedía, Gus sacaba sus propias conclusiones—. Debo admitir que he sentido esto desde que partimos de la montaña. El cielo brilla como siempre, las personas están tranquilas y debo aceptar que un escenario como este es perfecto para el caos, Gemma.
—Cuando hablan de esa forma, no puedo evitar sentir angustia. —formuló Yaám, observando con detención al mayor frente a ellos—. Sé que Gemma no está bien, aun así, ¿De qué posibilidades hablan? Lo único que la naturaleza me grita es huir, cómo todo el tiempo lo hace.
Enunció con cierto temor en sus palabras, ha ignorado lo que había sentido antes, aunque no deseaba incomodar o hacer que las personas estuviesen más trabajo, quiso indagar por cuenta propia lo que ella anhelaba advertirle.
Las grandes puertas del auditorio se abrieron de par en par, la chica bufó al notar el silencio ante el juez, para su sorpresa, la sala estaba llena.
—No comprendo la risa burlesca, jovencita.
Gemma colocó ambas manos sobre el podio. Miró de reojo a los que le acompañaban, en su mayoría los guerreros que suelen estar con ella en el campo de batalla, todos, a excepción de quienes custodian la ciudad, miembros del clan Groover y Green.
—Lyrián no podría soportarlo. —sujetó el mentón de esta. Venné logró hacer que ella le mirará—. Debe ser hereditaria que las mujeres de los Groover luzcan como vagabundos.
—¿En serio intenta provocarla? —musitó Damián estando al lado de Arýx. Yaám observaba con determinación lo que Venné hacía, sin embargo, Gemma es una mujer que sabe defenderse—. Lo siento mucho por él.
Gemma chocó ambas frentes provocando que cayera inconsciente ante un público que quizás se encuentre en su contra.
—¿Qué crees que estás haciendo, niña? —exclamó Déns con preocupación.
—¿Por qué atacas a un líder supremo? —pronunció Lyrián—. Justifícate.
—Quería rascarme la cabeza, y él se entregó de plano.
Las personas estallaron en risas ante el comentario, luego, la puerta que daba en dirección al Juez se abrió y todos quedaron mudos. Se colocaron sobre sus pies ante el barbudo de panza extenuante y cuando tomó asiento, los demás imitaron el gesto. Gemma sonrió con nerviosismo.
—¡Oh, vaya! Nos volvemos a ver señorita Gemma.
La primera vez que tuvo la oportunidad de estar aquí, fue porque se robó un trozo de pan de una tienda, todo por querer llamar la atención de Gényus. Al final las cosas resultaron ser una pequeña equivocación y su nombre no se promulgó en la ciudad para mantener la calma entre los ciudadanos.
—Lo mismo digo, señor juez. —Incomodidad, era poco lo que sentía aquella joven de cabellos rojizos.
Gus junto a Yaám habían ejecutado un plan perfecto. ¿Qué tan mal podría salir?
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BÉLKASKA: LA ERA DEL DESPERTAR #3 ✔┆FINALIZADA┆
FantasyAl pasar cinco años, la era del despertar los azota. Base que da por finalizado el tormento de Gamba, mujer de una deidad inexplicable por debajo de la tierra; ella quién es vencida por la temible catana roja, crea aún más controversias incluso desp...