¿Puedo llamarte esta noche? || Hunter Sylvester || Metal Lords

𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 09.- 𝑼𝒏 𝒑𝒓𝒐𝒚𝒆𝒄𝒕𝒐.

________ Blair

Ya era lunes por la mañana, tenía ganas de ir a la escuela, no me sentía tan sola ahí y podía platicar con personas de mi edad, sin que me miraran raro o le buscaran un significado a cada cosa que digo.

Bajé las escaleras de mi casa, y me encontré de frente a mi madre, quien sostenía en brazos a Marcus.

— Llevaré al doctor a Marcus, está un poco enfermo.

Asentí.

— Cualquier cosa, mándame mensaje, ¿de acuerdo?

Mi madre asintió y regresó a la parte de arriba de la casa.

Salí de la casa, estaba haciendo un frío ligero, pero igual llevaba puesta la chamarra de Tom, me quedaba un poco grande, pero era muy calientita y olía a su perfume, por más que ya la había lavado, seguía oliendo a su característico perfume.

El día estaba semi nublado y pasto olía a humedad.

Caminé hasta llegar a la escuela, mi estómago dolía, como si mis tripas se hubieran hecho bola.

Entré a la escuela y miré mi horario, me tocaba ciencia a la primera hora.

Caminé hasta el salón, faltaban diez minutos para que empezara la clase y no quería llegar tarde.

Entré por la puerta y pude ver que mi compañero ya estaba ahí.

Me senté en mi silla y miré de reojo a Hunter.

— Buenos días— le dije.

— Hola— Hunter me miró y después miró mi chamarra.

— ¿Ahora si me hablarás?— levanté una ceja.

— Es mejor que nos hablemos si compartimos mesa, ¿no?

— Tienes razón, ¿un nuevo comienzo?

Asintió.

— Hola, me llamo ________ y creo que vamos a compartir mesa por el resto del año.— extendí mi mano.

Hunter sonrió y me miró a los ojos por primera vez desde que nos conocemos.

— Hola, soy Hunter y creo que sí.

Apretó mi mano y pude notar sus anillos.

— Me gustan tus anillos, Hunter de la clase de ciencias.

— Gracias, _______ de la clase de ciencias.

Y pronto nos echamos a reír juntos.

El maestro entró a la clase, dejó su maletín en el escritorio y se puso a escribir en el pizarrón.

— Bien, van a hacer un proyecto en parejas, con la persona que comparten la mesa. Será sobre la fotosíntesis de las plantas. Pónganse de acuerdo, será para mañana, no expondrán, pero debe de tener buena presentación.

El maestro se sentó y pronto todos comenzaron a ponerse de acuerdo.

Mi celular sonó, me estaban llamando.

— Entonces, nos toca hacer el proyecto juntos.

Apagué mi celular y lo miré.

— Supongo que si.

Mi celular volvió a encenderse.

— El proyecto lo podemos hacer en mi casa, ¿bien?

— Claro.— miré de nuevo el celular.

— Entonces, hoy a las cuatro de la tarde, pásame tú número y te envío mi dirección.

— Claro.

Le di lo más rápido que pude mi número de celular.
El celular se volvió a encender.

— Maestro, ¿puedo salir a contestar?

— Adelante.

Salí del salón y contesté.

— ¿Qué sucedió?— tenía los nervios de punta.

— Marcus está enfermo, probablemente esto sea para siempre, _________, necesito ir a hacerle unos estudios y no quiero ir sola, ¿puedes acompañarme?.

— Si, claro, ¿pero qué tiene?

— Te lo digo cuando vayamos en camino, paso por ti en diez.

Y colgó.

Mis ojos se llenaron de lagrimas, ¿era algo muy malo?

Mi corazón empezó a latir muy rápido y mis manos sudaban, estaba teniendo un ataque de pánico.

Sentía como si el mundo se me viniera encima y mi estómago dolía demasiado, como si estuviera apunto de morir.

— Hey, ¿estás bien?— Hunter salió al pasillo y colocó su mano en mi espalda.

— No puedo respirar.

— No sé que hacer, nunca, yo— él comenzó a enredarse con sus  palabras.

— Solo no estorbes, ¿si?

Tomé una bocanada de aire e intenté llenar mis pulmones completamente.

Y me fui, mi vista estaba nublosa, pero no podía quedarme ahí, no quería que nadie me viera de esta forma, ni mucho menos me ayudaran por lástima.


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Primer capítulo del día.

- Beth