La vida de Jeon Jungkook parecía estar marchando con normalidad, asistía a la preparatoria, tenía un hogar, familia, amigos. Una vida cómoda.
Pero todo cambia un 23 de marzo. Aquel día hubo un gran accidente en las instalaciones norteamericanas del...
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Miedo, ese sentimiento se había instalado en mi pecho desde que tuve la certeza de que aquellas criaturas eran reales. Me sentía asustado porqué posiblemente llegarían a corea. Tal vez se tarden, pero lo harán. Bueno, si es que no logran acabar con estas.
Me aterra que lleguen tan cerca que los pueda ver. No sé que diablos haré si eso llegara a suceder.
Tengo que proteger a mi familia como sea. Ellos son todo para mí y realmente no me imagino que sería de mi si los llegase a perder.
No quiero pensar cosas negativas, pero la situación actual me preocupa demasiado.
Desde que se dio a conocer la noticia han pasado 5 días. En estos no ha sucedido gran cosa. Todo está cerrado pues dicen que lo mejor es permanecer en casa al menos unos días para prevenir.
La buena noticia es que no he tenido que ir a clase y por ende he estado durmiendo mucho más. Únicamente me levanto de la cama para ir a comer o al baño.
Mis padres y hermanos están estresados. Las dos bebés no comprenden que pasa, pero se ven algo desanimadas.
Todos tenemos miedo de lo que pueda llegar a suceder en el futuro. No quiero que mis hermanitas tengan malas experiencias ellas se merecen lo mejor del mundo.
Todo esto me tiene la cabeza hecha un lío. Espero que muy pronto salga en las noticias que todo esto acabo y pueda tener tranquilidad.
Estos días no hemos tenido noticias nuevas de América. Eso me preocupa demasiado, creo que las cosas no han salido muy bien. 5 días sin tener novedad no es un buen indicio.
Solte un fuerte suspiro y pase mis manos por mi rostro. Tome mi celular y lo desbloqueé, entre a mis redes sociales y le escribí un mensaje a jin.
—Hola, ¿qué haces? ¿Haz sabido algo?
Espere pacientemente una respuesta, pero esta no llego, suspire de nuevo y me levanté de la cama. estire mi cuello de un lado a otro y entre al baño. Cepille mis dientes a la perfección y luego salí.
Son las dos de la tardé. Puedo escuchar abajo las voces de mis padres y hermanas. Al parecer ya no están tan decaídos.
Estaba por salir pero en ese momento entraron mis dos hermanitas.
—¡Kooki! —gritaron al unísono y saltaron sobre su hermano mayor.
—Hola bebés —Sonrei de lado y las cargué con cuidado. Camine hasta mi cama y me senté con ellas.
—¡Mamá y papá dijeron que estas triste! —Chilló hanuel.
—No lo estoy, solo tenía sueño. —Mentí y apreté las mejillas de ambas.
Sunhee aún no habla a la perfección, sabe muchas palabras y es muy inteligente, pero aún le falta mucho por aprender.
—¡P-pero mami y papi lo dijelon! — Sunhee movió sus manitos de forma extraña.
