La vida de Jeon Jungkook parecía estar marchando con normalidad, asistía a la preparatoria, tenía un hogar, familia, amigos. Una vida cómoda.
Pero todo cambia un 23 de marzo. Aquel día hubo un gran accidente en las instalaciones norteamericanas del...
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Mi padre se veía ansioso, miraba de un lado a otro asegurándose de que nada raro estuviera rondas por las calles. Cuando llegamos al supermercado me miró fijamente y tomó aire antes de hablar.
—Hijo —suspiró—. Si algo llega a pasar solo vete con las niñas. No importa si nosotros seguimos adentro, tu solo regresa a casa —le entrego las llaves de la camioneta.
—P-pero... —lo mire asustado— No los quiero dejar
—Hijo nosotros tenemos el otro auto, regresaremos con tu hermano
Mi padre se acercó a mí y beso mi frente. Luego se despidió de mis dos hermanitas y sin más salió del auto. Lo observé fijamente hasta que desapareció por las puertas dobles del supermercado.
Tragué grueso y observé a los lados. Se podían escuchar los helicópteros y aviones pasar repetidas veces, también algunas ambulancias y eso comenzaba a ponerme más tenso de lo que ya estaba.
Por suerte Hanuel estaba distraída con un juego de la tablet y sunhee se había quedado profundamente dormida. Si algo llegase a pasar tendría que irme, pero no soy capaz. yo no podría dejar a mis padres y hermano allí dentro.
Me quite el cinturón de seguridad y me pase al asiento del conductor. Debía estar preparado para cualquier cosa.
Los autos se iban y llegaban más. El lugar estaba a reventar, realmente no entiendo porqué razón vinimos. Mi madre ya había comprado muchas cosas, pensé que con eso sería suficiente.
Abrí un poco la ventana y observé a la gente. Todos se veían muy alterados, corrían de un lado a otro y tomaban cosas sin siquiera fijarsen en que diablos era.
—Ya llegaron a busan, tenemos que comprar cosas y resguardarnos...
Escuche a un hombre hablar a lo lejos. Me giré a verlo. Este estaba con su familia y caminaba a paso rápido dirigiéndose al supermercado.
¿Cómo que llegaron a busan?, eso no puede ser cierto. Joder no ha pasado mucho tiempo desde que me enteré que ya estaban en Seúl y ahora...
¿están también en mi ciudad?.
Respire profundamente y cerré la ventana por completo. Me sentía ansioso, mis manos sudaban y mi corazón latía deprisa como si hubiera corrido un maratón. Observé el supermercado y pude ver como mi familia tenía tres carros de mercado llenos de cosas.
En ese momento comenzaron a sonar las alarmas de supermercado y muchas ambulancias pasaron por las calles acompañadas de autos de la policía.
Sunhee se despertó asustada y comenzó a llorar.
—Shhh, ya paso bebé. Aquí estoy
Me quite el cinturón de seguridad y me acerqué un poco a ella para calmarla. Las alarmas seguían sonando ruidosamente y la gente salía de forma apresurada del establecimiento.
