La vida de Jeon Jungkook parecía estar marchando con normalidad, asistía a la preparatoria, tenía un hogar, familia, amigos. Una vida cómoda.
Pero todo cambia un 23 de marzo. Aquel día hubo un gran accidente en las instalaciones norteamericanas del...
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Mi corazón latía desenfrenado y mis piernas se movían con rapidez. Podía sentir como Morita temblaba, y del miedo me estaba cortando la piel, pero eso no me interesaba. Solo debo seguir corriendo.
Cada vez sentía que el aire me faltaba más pero trataba de ignorarlo, no puedo detenerme. Estas cosas están muy cerca de mi.
Giré por otra calle y corrí lo más rápido que mis piernas me permitían. ¿A donde voy? Comencé a escuchar disparos y más gritos. Morita estaba aterrada y cada vez me hacía mucho más daño pero no la voy a soltar.
Corrí hasta llegar a una caseta, ahí siempre estaba el guardia pero justo ahora no había nadie. Me encerré allí y me agache. Abrace a Morita y acaricie su pelaje con suavidad.
—Ssh, esta todo bien... —Intente llenar mis pulmones de aire pero no lo conseguí—. Mm
Cerré los ojos y seguí respirando con calma. Debo relajarme o voy a tener un ataque. Trague grueso y abrí los ojos. Mi cuerpo entero estaba temblando y mi corazón latía a mil.
Afuera comencé a escuchar extraños gritos, eso no era de un humano...levanté un poco la mirada y pude ver como pasaba junto a la caseta una de esas cosas. Era horrible. parte de lo que parecía ser su cerebro estaba por fuera, no tenía ojos pero si una mounstrosa boca. Su color de piel si es que así podía llamarla, era de un blanco ligeramente amarillo y tenia algo de pelo colgando en algunas partes de su cabeza. Tenía restos de sangre y estaba soltando unos horribles sonidos.
Cubri mi boca con mi mano libre y mi respiración comenzó a volverse errática. Mis ojos se llenaron de lágrimas y mi cuerpo se sacudió por los temblores.
No sabía que había pasado con taehyung, él salio de la casa por mi culpa. Si algo malo le sucedió será mi responsabilidad...
Pero no podía simplemente dejar a Morita aquí sólita con esas cosas. Ella no sabía que esos extraños seres existían, solo salio por curiosidad.
Un par de lagrimas se escaparon de mis ojos. Estaba muy asustado. ¿Cómo se supone que voy a salir de acá?.
En ese momento alguien le disparo a esa extraña cosa haciendo que se alejara un poco de la caseta. Otro disparo me hizo saltar del susto y aferrarme a Morita.
Estábamos al menos tres calles abajo de mi casa. Para regresar debo correr demasiado pero debo hacerlo no puedo quedarme aquí.
Me levanté despacio y mire a los lados, esa cosa estaba ahora al final de la calle. Tal vez si no hago ruido no pueda notarme.
Abrí la puerta lentamente y salí de la misma forma. Comencé a caminar a paso rápido por la calle escuchando aún esas horribles alarmas y también gritos. Me giré para ver a esa cosa y por suerte seguía en el mismo lado.
Acelere el paso y corrí cruzando la calle. En ese momento Morita Soltó un maullido asustada, me giré para ver y aquella cosa nos había escuchado.
Trague grueso y comencé a correr sin pensarlo. Tan solo traía unas sandalias puestas y era realmente incómodo, pero eso era lo que menos importaba.
