Jaden
Al final las cosas con Mark se arreglaron, obviamente, porque sino no estaría viajando hacia Portugal para el segundo concierto.
El avión privado ya estaba descendiendo y me preparé para bajar, guardando las miles de bolsas chatarras que había abierto en todo el viaje porque tenía hambre.
—¿Qué se te pasó por la cabeza para hacerte un cambio así?—pregunta Markie que está sentado al frente.
Me encogí de hombros—. Necesitaba un cambio urgente.
—¿Y tu cabello lo tenía que pagar de esa manera?
Lo miré mal y alzó las manos en rendición, dejando el tema de lado.
La verdad era que cuando me miré al espejo antes de viajar no pensé, solo me rapé el cabello, absolutamente todo. Y lo hice porque esos mechones rosados me hacían acordar a ella, en sus manos acariciándolo y llenándolo de color. Estaba cansado de llorar y pensar que fue lo que hice para que cuando me vea en el espejo, la recuerde un poco menos.
No es bueno recordarla, porque me daña más. Lo que tuvimos fue increíble y real pero, al final ella escogió su camino por su propia voluntad, si quería estar conmigo hubiera dado de todo, pero no lo hizo.
—Jaden—me sacaron de mis profundos pensamientos—. Ya llegamos.
⋆
Descansé esos dos días en el hospedaje que Mark había encontrado. A veces salía a pasear y conocer más sobre el país, me pareció tan encantador que sin duda querría volver en algún momento.
Desayunaba y cenaba solo. Nunca había estado solo pero ahora se siente como parte de mí, y comienzo a comprender que la soledad no es tan mala como parece, al contrario, es refrescante la idea de pasar un tiempo contigo mismo para conocerte, sin necesidad de depender de alguien para sentirnos completos. Aunque eso no quiere decir que no extrañe a ciertas personas, me gusta pasar tiempo con mi madre o Brian, pero necesitarlos no es la palabra. Es igual con ella, no la necesito para vivir, pero sí me encantaría estar a su lado. Hay una gran diferencia entre necesitar y querer, y pocas personas han sabido separar el uno del otro con inteligencia.
El tercer día me preparé para el concierto, vistiendo con los pantalones rasgados de siempre, son cómodos. Mark apareció para recogerme en un coche y lo saludé en cuanto estuve dentro.
—¿Preparado para brillar?
—Siempre—respondo con una sonrisa.
Ladea la cabeza.
—Vaya, ¿los aires de Lisboa te están cambiando?
—No empieces a joderme otra vez, ya tuve bastante con tu burla sobre mi nuevo cambio—me apoyé en la ventana y cerré los ojos.
—Ladies and gentleman, apareció el Jaden de siempre—siguió burlándose—. No le duró nada ser simpático.
Volteé los ojos y lo ignoré durante todo el camino.
Al llegar, volvieron a arreglarme poniéndome un poco de maquillaje sencillo en los ojos en el backstage. Luego de eso comenzó el concierto.
Los saludé y realmente estaba emocionado por toda la gente que vino a verme. Cantaron juntos, habían luces prendidas, carteles con mi nombre entre otras cosas. Esta vez me sentí más cercano a mis seguidores, y no lloré. Supongo que es como un pequeño paso, el de no llorar al cantar las canciones que me inspiraron tanto en ella. Dos horas después acabó el concierto y regresé al camerino para volver a hacer lo de siempre, desmaquillarme y cambiarme.
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Todo sin ti: #2
RomanceJaden ha intentado seguir con su vida y su carrera, pero cuando está en sus cuatro paredes, la misma pregunta ronda por su cabeza una y otra vez: : ¿Y qué se hace cuándo el nudo está en el alma y no en la garganta? Mientras tanto, Elena lucha por se...