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Jaden

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Jaden

El concierto en la ciudad de Suiza ha sido espectacular, se que en los conciertos anteriores he cantado bien pero siento que ahí canté todas y cada una de las canciones con más ánimo, y creo que se debe a la emoción que siento de poder volver a estar con ella de nuevo, en sus brazos.

Puedo notar como Mark no deja de mirarme desde que llegamos al aeropuerto de París. Ya estábamos en el coche en camino hacia nuestro hospedaje. No puedo creer que esté en el mismo lugar que ella, dios mío, me estoy poniendo ansioso.

—Esa chica realmente tiene un increíble efecto en ti, es la única que logra ponerte de esa manera—me dice—. and please, deja de mover tanto la pierna.

—Estoy muy ansioso, quiero verla ya.

—Lo harás, pero tranquilízate un poco, has esperado bastante y ahora solo quedan horas.

Dejo escapar el aire retenido y hago caso a sus palabras. 

Al llegar ya nos estábamos instalando, Markie por fin ha conseguido una habitación para él solo, antes de despedirse me dice.

—No te olvides que mañana es el concierto, te recomendaría que descanses ya que esto de viajar es muy pesado, pero dudo mucho que quieras hacerme caso—me pone una mano en el hombro—. voy a dejar por ahora mi lado de representante, así que ve y recupera de una vez por todas a esa chica.

Me da unas palmaditas en el hombro y se va. Para cuando ya me quedo solo, me acuesto en la cama a esperar a que pase el tiempo y me paso esas horas mirando el techo. Lo cierto es que estoy pensando en ella, siempre lo he hecho, no puedo creer que hace unos meses estábamos en esta misma ciudad siendo felices.

Tal vez todo es diferente ahora, porque vengo a recuperarla y no voy a dejar que nadie nos separe nunca más.

Una llamada me quita de mis pensamientos, veo el nombre del rubio y contesto.

Ya lo sé todo.

Me río un poco—. Vaya, hola a ti también.

Lo siento, es que estoy nervioso.

—Bueno, en este caso debería ser yo el nervioso.

Lo sé, pero no puedo no estarlo y además me acabo de enterar de algo que me ha dejado muy pasmado, pero a la vez lleno de felicidad—suspira—. no debería decirte esto pero necesitaba contarte como me sentía.

—Brian, cálmate por favor. Me estás poniendo más nervioso de lo normal. ¿Qué ha pasado?

No puedo decirte, eso es lo peor. Elena me lo contó. Ay, qué difícil ser amigo de ustedes dos.

—No te preocupes que hoy la veré y ya no tendrás que guardarte algunas cosas. Aunque si me has preocupado.

Lo siento tanto, no podía no comentarte sobre eso, pero ya lo sabrás y la verdad que estoy muy feliz de que ustedes vuelvan a verse.

Escucho toques en la puerta y definitivamente sé quien es.

—Brian, acaba de llegar Sophia, es hora.

Por favor, abraza tanto a mi mejor amiga de mi parte y dile que pronto nos veremos, buena suerte Jaden, estoy feliz por ti.

Le prometo que lo haré y nos despedimos.

Elena

Mi hermana quería que el encuentro fuera en el apartamento para que yo me sienta más cómoda y claro que estuve de acuerdo con ella, pero no solo era eso. Temía mucho por la reacción de Jay sobre el embarazo y cuando se entere me imagino que podría necesitar sentarse en el sillón y tal vez pedir un vaso con agua.

Hay tantas cosas que estoy pensando y ninguna es positiva. Solo tengo miedo de como pueda reaccionar o seguro miedo al rechazo.

Hace un par de minutos llamé a Brian y entré en un cuadro de desesperación que terminé por contarle toda la verdad. Todo lo que necesitaba era escuchar sus hermosas palabras de lo feliz que está por mí, y no faltaron las lágrimas, nos extrañamos mucho que también vamos a requerir de un reencuentro. 

Sophia se había ido hace un buen rato, así que decidí centrarme en arreglarme, más que todo para pensar en otra cosa y no en los nervios.

Opté por ponerme un vestido rosado, no tan largo ni tan corto, el cual había comprado recientemente y aparte me sentía cómoda así, la tripa cada día crecía muchísimo más y por no hablar de mis pechos, de a poco mi cuerpo iba cambiando y me aterraba la idea de experimentar todo esto, pero creo que es algo mágico como también no tan mágico, es la definición de la etapa del embarazo.

Terminé de ponerme un poco de rubor y me senté en el sofá a esperar.

—Por fin tu padre te va a conocer—me acaricié la tripa.

Sentí una patadita en las costillas y me retorcí un poco de dolor, es muy fuerte y sin duda me había escuchado.

Todo sin ti: #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora