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Elena

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Elena

Pánico.

Eso es lo que sentí al ver la presencia de mi padre. Ahí estaba, pareciera que no respiraba porque seguía estático en la puerta, mirándome fijamente y a Jay también.

Era demasiado raro que estuviera aquí. Y tenía miedo, miedo de volver a alejarme de Jay, no iba a permitirlo. Por eso pasé del pánico a la rabia y me acerqué a mi padre.

—¿Qué haces acá?

No dejó de mirarme hasta que luego se centró en mi tripa. 

—No me habías contado nada.

Era increíble como es que sus palabras hacían que me cabreara mucho más con él.

—¿Contarte? No entiendo como puedes venir a decirme esto cuando solamente te vi al mudarme aquí, no te he visto ni un solo día en todos estos meses y, ¿crees que tienes el derecho de saber sobre mi vida?

Él agachó la cabeza por un momento, se había quedado sin nada que decir.

—Tienes razón—volvió a mirarme—. pero he venido a arreglar las cosas. Solo necesito que me escuchen, por favor.

Es mi padre a pesar de todo, veo su rostro y no puedo siquiera negarme a darle la oportunidad de escucharlo. Admito que no lo había visto así, él es de ser serio y poner esa típica postura que indica que él manda, pero ahora lo veo tan diferente.

Le digo a Jay que sí podría esperar fuera para poder hablar con mi padre en privado, él entendió y salió.

—Entonces, ¿seré abuelo?—pregunta cuando ya estamos sentados frente a frente en el sillón.

Sophia estaba sentada en el sillón que está cerca de mí.

—Papá, he aceptado escucharte pero estoy segura que de lo que sea que quieras hablar no tiene nada que ver con mi bebé.

—Lo siento. Estoy aquí porque necesito el perdón de las dos—hace una pausa para suspirar—. He sido de todo estos años pero menos un padre. Me casé joven con su madre y ni siquiera la amaba, fui obligado. Y luego de eso comencé a trabajar en grandes empresas fuera del país para no tener que soportar una vida que no elegí, pero hice muy mal, porque las abandoné.

<<Para cuando quise arreglarlo ya era demasiado tarde, ustedes crecieron y vi que no me veían como a un padre, sino como a un jefe superior al que tenían miedo desobedecer, otro error fue alejarme más pensando que ya nada tendría arreglo. Ni siquiera te ayudé Elena, te conduje por el mismo camino al que me llevaron a mí, lo siento tanto>>

Todo sin ti: #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora