Prólogo

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Todo comenzó un 25 de septiembre, el año en cuestión nunca fue revelado, y aunque lo hicieran, ya no queda nadie que lo recuerde, pero, antes de darnos cuenta, toda la humanidad había sido infectada; Virus AX-1 fue llamado, no hay cura aparente para tal enfermedad.

La década posterior al paciente cero, miles de millones perecieron ante los síntomas, y a día de hoy, la “sociedad”, o lo que queda de ella, sufre un enorme desequilibrio debido a ello… el setenta por ciento de la población mundial fue erradicada junto a sus cuerpos, los cuales eran cremados para evitar, de alguna manera, el contagio, sin embargo, el fuego le dio otra oportunidad al virus de avanzar, y cuando nos dimos cuenta de ello…

Ya era demasiado tarde.

Los pocos que eran lo suficientemente precavidos, o quizá ingenuos, evitaban cualquier contacto con otro ser humano, sin importar quien fuere; familia, amigos… ni siquiera las mascotas eran conservadas por temor a que portaran la enfermedad, pese a que esto solo fuese un rumor, ya que nosotros, la gran especie humana, éramos los únicos capaces de adquirirla…

    Fue un duro golpe para la humanidad, si no te has dado cuenta, los pocos cientos de miles que aún poblamos este mundo roto, dónde el peligro nos acecha en cada esquina, rara vez nos topamos con alguien más y tú eres consciente de eso, cada vez que lo hacemos existe cierta… reserva, sólo pocas palabras son cruzadas, mayormente direcciones, o lugares seguros… seguros de las Bestias.

¿Dije Bestias?... sí, las Bestias, olvidé mencionarlo.

Tres años luego del primer infectado, hasta dónde llegamos a conocer, las Bestias llegaron, o mejor dicho… despertaron, pero, no sabemos quién o qué trajo a esas aberraciones al mundo; Criaturas de diversas formas, demonios hechos de metal y carne, rostros humanos agonizantes a lo largo de su cuerpo que clavan sus miradas en tu alma, llenos órganos y engranajes impulsados por una sed de sangre y muerte sin igual… pero no cualquier sangre y muerte; Humanos. Aunque no son pocas las que se avistaron, antes de que de que los satélites cayeran… ¿satélites? Luego te contaré qué son… junto a los servidores de internet… no preguntes que es el internet, no tengo tiempo para contarte como era el mundo antes, sin embargo, los supersticiosos afirman que son muchos más, y sostienen que son encargados de limpiar al mundo de la gran especie llamada “humanidad”.

Estas… cosas, se ven atraídas, según valientes que se acercaron a ellas, y vivieron para contarlo, sí, como tu madre, al olor de la sangre, específicamente de aquellos quienes liberan adrenalina… la mal llamada hormona de la supervivencia, algo inevitable si vieran a esas cosas, y por supuesto, varios perecieron en el proceso de investigar a sus enemigos naturales.

Sí, antes de ellos, nosotros estábamos en la cima de la cadena alimenticia, pero ahora, las armas, el fuego y las explosiones no surten efecto alguno, pero tienen un punto frágil, en alguna parte… han de tenerlo… hasta que se percatan de ti y… bueno, te comen.

De vuelta a la enfermedad, hablar de esas cosas es mal augurio.

Hace algunos meses se extendió un rumor por la radio, al menos aún ese aparato sirve, de personas que lograron, por algún milagro de la naturaleza, asimilar al virus, a todo caso, eso es algo estúpido, si piensas detenidamente en cómo ese par ha acabado con la humanidad durante décadas, si no más… y a nosotros, los que aún tenemos cosas que perder, preocuparnos por rumores no nos hace bien alguno.

Mucho menos falsas esperanzas, así que mejor concéntrate en sobrevivir, cómo hemos hecho siempre…

⸻ Val, estás siendo muy negativa, deberías creer… aunque sea un poquito. -Comentó la niña de cabello dorado, mientras asaba un pescado en la fogata, que amenazaba con apagarse en cualquier momento, la cual tuve que avivar para evitarlo.

V.A.L "Factor Axion"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora