V.A.L "Factor Axion"

Los Llamados.

Los días posteriores fueron bastante instructivos, sobre todo en mi nueva condición de Axion, y sobre el final que nos terminaba llegando de una u otra forma, pocos sobrevivían a ello, ya que al año se terminaban convirtiendo en seres desprovistos de emociones como Schneider, luego, si usaban demasiado su factor, terminaban generando masa cerebral nueva, contrariamente al virus, y si el tumor no desencadenaba la transformación en Bestias, se convertían en algo peor…

      Sombras, criaturas humanoides desprovistas de sentimientos y de toda emoción humana, únicamente siendo meras sombras de lo que alguna vez fueron… y si se les dejaba a sus anchas, como Helen no tardó en explicarme en mis múltiples análisis, su factor se extendía, mutaba, y se convertían en seres extraños, inexplicables, criaturas dignas de las leyendas apocalípticas, que eran incapaces de morir… la única solución fue inducirles un coma y mantenerlos en criogenia, ya que cualquier contacto con el exterior los despertaría… no tengo que decir que ella se vio severamente afligida por no poder poner sus manos en estos seres sin desencadenar un nuevo apocalipsis.

      Pero era lo que me devendría a mí, ya que en algún momento, si no controlo a la criatura en mi interior, algún lado ganará terreno, y sólo Darwin sabe lo que sucederá entonces. Sólo me conformaba con estos momentos de paz, pero pronto un sentimiento de vacío me abordaba, mientras me perdía en mis pensamientos, ¿aún seré capaz de pensar en ese entonces? No lo sé, pero lo que sí sabía era que me ocultaban algo, quizá demasiadas cosas, en especial respecto a los otros AX, sólo me explicaron lo necesario; Cómo eliminar correctamente a una Bestia, extraer su Factor Axion, así es como se llamaba esa cosa que comí de Vetto, pero, eso es algo que no pensaba contar aún, ya que al parecer a nadie le había sucedido algo similar.

      Sin embargo, aún conservaba la esperanza, si algo de lo que dijo mi padre, o al menos ese ligero recuerdo que amenazaba con desaparecer… esa pequeña frase, ese único recuerdo que tengo de mi padre y aún conservo con todas mis fuerzas, porque cada día desaparecen más cosas y aprendo nuevas, un día temo no recordar esa frase que tantas fuerzas me dio.

⸻ Oye Val, ¿Cuándo dejarás de divagar en voz alta?... comienza a volverse molesto. -Creo que mencionó uno de los otros Axions del comedor, y para él esta era una utopía donde estar lejos del peligro exterior, pero, él es tan común que no hago ningún esfuerzo por recordar su nombre, ya que no asiste a los entrenamientos, ni a ninguna actividad obligatoria para la “seguridad” de Alba, en realidad sólo querían mantener ocupados a los más problemáticos del rebaño.

⸻ ¿Cómo era que te llamabas? -Pregunté al hombre de lentes fondo de botella quien me observaba, él era sorpresivamente delgado, al punto de ser casi una pila de huesos en movimiento, al parecer sufrió el ataque de una Sombra… degeneración muscular, según Hela es una sorpresa que siga con vida después de quince años en este encierro voluntario.

No creo que se sorprendiera, después de todo según puedo hacerme recordar en los abandonados ductos que recubren mi cerebro, ya le he preguntado su nombre tres o cuatro veces esta semana, además él era uno de los pocos que se atrevían a tratar con la “salvaje”.

Y no pienso decir el porqué de ese apodo otorgado en una sesión de disparos.

⸻ Abe, como ya sabes… solo son tres letras, no debería serte tan difícil de recordar tres letras, bueno… pasaste toda tu vida en el campo, es de esperarse. -Creo que hubiese sido un insulto de haberlo escuchado con detenimiento, pero su compañía no era la más agradable de todo el recinto, más me servía para entretenerme a momentos, por insignificantes que fueran.

       Pero todo el tiempo libre que tengo aquí llega a ser asfixiante, tiempo en el cual el único Axion de todo el comedor que se ha acercado voluntariamente a mí ha sido el que tiene la personalidad más molesta, molesta para mí: Un sabelotodo sin nada que hacer. Creo que mi antigua yo, esa con poca paciencia, ya le hubiese dado dos disparos de mi rifle…