El Deber del Cazador

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     No esperamos mucho para que las fuerzas especiales nos escoltaran amablemente hacia Alba, cabe decir que esto solo es sarcasmo, ya que tan pronto como los helicópteros tocaron tierra, nos vimos rodeadas por cerca de treinta sujetos y cinco de ellos poseían estas armaduras robóticas angelicales, pero una vez les expliqué la situación nos dejaron marchar junto a ellos en paz.

     Pasaron sólo unos cuantos minutos en los que sobrevolamos por el páramo desértico, y como era de esperarse, allí se había formado ya un pequeño oasis, por supuesto había obviado nuestro encuentro con esa entidad celestial, y le pedí a Karen que hiciera lo mismo, y transcurrido ese pequeño espacio de tiempo, nos vimos de vuelta en Alba.

Fuimos escoltadas directamente hasta el interior de las murallas, saltándonos varios procedimientos de seguridad, lo importante era que estuviéramos cuanto antes en las instalaciones, porque Karen había sido herida, y aunque yo ya me encontrara completamente sanada, las manchas de sangre y los disparos aún seguían presentes en mi camiseta… no sabía como explicarle lo de la chaqueta y la camiseta a Lu cuando volviera, pero, sin hacer muchas preguntas, fuimos llevadas directamente con Hela, para que revisara el estado de dos de los activos más preciados de Alba.

   Y allí, fuimos dejadas en un estado de precaria privacidad, ya que dos de los guardias angelicales se habían quedado a las afueras del laboratorio, supongo que después habría alguna especie de castigo por excedernos de donde nos habían dicho… pero eso ahora no era importante, tenía que saber cómo se encontraba Karen.

   Pero Hela ya llevaba más de una hora encerrada con ella en una de las diferentes habitaciones que poseía su laboratorio, y ya comenzaba a preocuparme, porque en este ambiente esterilizado mi olfato de poco servía, y apenas podía sentir lo que se encontraba dentro de éstas cuatro paredes que demarcaban la oficina de Hela, que tan desordenada como pudiere parecer, tenía cierto orden… los papeles solo estaban regados en cierta esquina de la habitación, mientras que las herramientas colgaban de formas para las que no estaban hechos en una única pared, y los frascos de extraño contenido estaban ordenados según su ubicación en el cuerpo… un orden que pocos apreciarían, y ya que no tenía más que hacer, tuve cierta curiosidad en el escritorio de Hela, más precisamente en una foto que yacía tumbada en una esquina, la cual comenzaba a acumular polvo, como si no fuera sido levantada desde hace mucho.

Y tomándola entre las manos, pude verla, allí, supongo que la foto era increíblemente vieja, ya que allí estaba Hela de niña, quizá de unos nueve años, junto a otra niña que era exactamente igual a ella, ambas frente a una mujer de mayor edad, la cual tenía una bata de laboratorio cuyo rostro había quedado arruinado por la humedad y el paso del tiempo… supongo que era profesión familiar, pero, esa mujer tenía cierto detalle en sus ojos cubiertos por lentes de grisáceo cristal… era un diminuto, y cuasi imperceptible brillo rojizo… ¿Acaso también era una Axion?

⸻ Linda ¿verdad? -Dice Hela, recostando su barbilla en mi hombro, ni siquiera había escuchado en cuanto entró. No importa, eso fue hace mucho… creo que ni siquiera pensabas en nacer, puedes dejarla así, también tengo mucho tiempo que no las veo. En fin, Karen perdió un ojo, pero yo le di uno nuevo… sí, soy la mejor, lo sé. -Dijo al tiempo que se sentaba en su silla, dando algunas vueltas en ella.

⸻ ¿Se pondrá mejor? -Pregunté.

⸻ Dale algo de tiempo, de descanso en paz, y luego hablaremos de ello, pero hay algo que me inquieta… encontré una marca en su cuello, como si alguien más hubiera inyectado cosas en ella. -Dijo poniéndose de pie, al tiempo que golpeaba con las palmas el escritorio.

Intentaré ignorar que inyectaba cosas en Karen.

⸻ Sí, sobre eso… dijo que por un momento fue incapaz de usar su Factor, seguro fueron los Yahú… esos caníbales, seguro los conoces. -Dije cruzándome de brazos.

V.A.L "Factor Axion"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora