Pecado y Arrepentimiento

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Algo en mi interior me decía que esto estaba mal, apretaba contra mí la flauta intentando buscar el valor para desviar la mirada, pero simplemente no podía, la visión brutal de los androides desmembrando a los pequeños tigres que apenas podían mantenerse en pie, buscando, anhelando por algo, alguien, que los protegiera… y deslizando suavemente mi mano por el rostro marchito que se encontraba frente a mí, tan indefensa y efímera, el Factor que habían estado buscando se abrió paso hasta mí mano, delicadamente, hasta desaparecer en mi interior.

Sentía que algo extraño entraba en mi interior, era la misma sensación de antes, mi cuerpo se sentía ligero, mis parpados cayeron lentamente mientras intentaba asimilar este sentimiento, aún tenía tiempo, podía sentir como todo mi cuerpo, cada fibra y molécula que lo componía, se revitalizaba y se fortalecía conforme el liquido negruzco recorría mi cuerpo, deshaciéndose lentamente en un proceso de magnitudes más allá de mi entendimiento.

Y para cuando abrí los ojos.

La Bestia había Despertado.

Los androides se detuvieron, me dirigían esa hueca mirada, yo se las devolvía con odio y furia en mi corazón, con calma en mi mente. Fue entonces que lo sentí, la señal de emergencia del S.R.T al ser disparada. Y para cuando la enorme bala salió disparada del cañón de D, dando por finalizada su misión, pude verlo, las pequeñas líneas que trazaba en el aire durante su trayecto hacia mi cabeza, un disparo mortal e inevitable, así había sido programado… O al menos, esa era la idea.

Mis instintos me sobrepasaron, en un fugaz instante donde mi corazón se aceleraba y superaban a mis sentidos, instante en el cual todo me pareció detenerse, pero, al contrario que las otras veces, podía moverme libremente, sentía que podía controlarlo… pero solo podía dejarme llevar por esa fuerza que me arrastraba lejos de las balas que fácilmente me reducirían a polvo, primero a un lado, luego al otro, veloces e intrincados movimientos que requerían la mayor precisión necesaria, solo debía dejar que la bestia que yace dentro de mí tomara el control por un momento, ella sabía a donde moverse, tras el cadáver de uno de los tigres, tras el altar de hueso, saltando de aquí a allá usando las paredes como apoyo, impulsándome aun más rápido, hasta que lo vi… la brecha.

Fue entonces donde todo mí cuerpo se lleno de esa sensación asesina, vertiendo toda la furia que contenía en un único y brutal movimiento que agrietó la pared en cuanto me impulsé, y lo vi, la línea que me llevaba directo hacia él, que lo llevaba a su inevitable final justo en el momento en que mi mano atravesó su coraza metálica y arrancó en un fugaz movimiento su núcleo aun radiante. D había muerto, desplomándose en un agonizante y estruendoso sonido metálico.

⸻ Chatarra metálica. -Gruñí reincorporándome. S.R.T, espero tengas una respuesta que me complazca, comienzas a verte mejor como una podadora… pero no creo que sobrevivas a la transformación. -Coloqué mi mano en su hombro, clavando mi mirada en la suya, podía sentir sus circuitos temblar ligeramente.

⸻ Sólo cumplíamos ordenes… eliminar las amenazas. Fuiste detectada como una, por un momento, pero lo hiciste, al contrario que D, yo si aprecio mi existencia. Protocolos de supervivencia. -Aclaró momentos después apartándose lentamente hacia atrás. Recibiendo transmisión.

Rápidamente una imagen se plasmó en el aire, la molesta silueta de alba quien mostraba una sonrisa de satisfacción observando ligeramente hacia los lados mientras su expresión lucía complacida de los resultados, luego posó su mirada en el montón de chatarra que alguna vez fue D y la clavó en mi que yacía delante, expectante y conteniendo mi molestia con una profunda exhalación que acalló mis emociones.
“Me alegro qué todo haya salido según las expectativas… -Miro a mis espaldas de nuevo. Había más ecos de los que recordaba. ¿Conseguiste la muestra?”

V.A.L "Factor Axion"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora