V.A.L "Factor Axion"

Interludio I : " Una Sombra en los Recuerdos I"

Cerca del 19 de octubre...
      No recuerdo bien el año.

Tenía cerca de doce años cuando entonces…
    
      …han pasado once años desde ese momento.

Mi padre fue el último en abandonarme, ya hace un mes de ello… simplemente se desvaneció en el aire, dejándome completamente sola, con conocimientos y verdades a medias, y una última voluntad que fui heredando lentamente; Vivir a toda costa. Pues el virus ya ha arrasado con prácticamente toda la humanidad, y lo poco que aún se mantiene en pie está en ruinas que amenazan con derrumbarse con el mínimo esfuerzo, tanto edificios, como personas.

Esa vez me encontraba buscando comida de la manera más sencilla que pude aprender para aquel entonces; saquear en algún centro comercial en un pequeño, pero fructífero, grupo, en mi amada ciudad natal; Paris.

Éramos tres en aquel entonces, Adam, el mayor del grupo y que se encargaba del perímetro, Amelia, una muy fastidiosa niña de mi edad con una pasión innata por las trampas, y yo… ¿Qué sucedió con ellos? Lo mismo que con el resto, las palabras extra están de más aquí.

⸻ Oye Valeria, ¿Crees que ya esté lista la trampa? -Preguntó Amelia, en un intento por cerciorarse que estuviese aprendiendo algo, ya que yo era la más intelectual del grupo, estas cosas del trabajo manual nunca se me habían dado muy bien.

Su cabello ligeramente largo ondeaba con el viento que se colaba por el agujero en la pared caída, con esa expresión que seguramente había heredado de un padre militar, según ella, este era un saqueo “seguro” ya que la mayor parte del centro comercial estaba en ruinas, y todo lo que había en él ya había sido tomado por otros antes que nosotros, sólo teníamos que esperar a que alguien viniera, y el resto era historia.

⸻ Ya está lista, quizá tu ego te estorba… ¿ves? -Señalé a una mujer que se acercaba con una pesada mochila, en ese momento lo ignoré, se le veía realmente agitada, preocupada, como si huyera de algo… pero ahora su mayor preocupación éramos nosotros, quienes ocultos en los escombros del primer piso, recibimos la señal de Adam mediante una radio que encontramos, por suerte, en la tienda de electrodomésticos, era lo único utilizable del lugar.

La trampa era simple, sólo consistía en una cuerda que haría que la mujer cayese dentro de un agujero cubierto por un suelo falso de cartón extremadamente débil, como habíamos acordado desde el principio, tomaríamos únicamente lo necesario para nosotros y dejaríamos el resto… era molesto cuando traían armas, pero siempre nos las arreglábamos gracias a mi ingenio.

     Y justo cuando la mujer estuvo en posición, ambas jalamos de la cuerda que estaba atada al otro extremo del corredor, y como planeábamos, cayó sin mucho esfuerzo.

Dejé la radio en el escondite mientras “auxiliaba” a la mujer, al tiempo que Amelia cortaba su bolso y dejaba caer sus cosas en el suelo, cuando ésta se percató era simple cuestión de volverla a dejar en el agujero junto con las cosas que nos sobraban…

      No oímos la radio en un buen tiempo, por lo que supusimos que todo iba de maravilla, por la enorme cantidad de alimentos y agua que traía, incluso eran demasiados una vez que le dejamos su parte a la mujer… pero esa duda volvía a mi mente ¿de que estaría huyendo? Pero sin pensarlo mucho, fui arrastrada por Amelia hasta nuestro refugio en la que alguna vez fue mi casa… allí Adam debía esperarnos, como siempre, debía estar allí…

Pero, ya era de noche y nos comenzábamos a preocupar, él sabía cuidarse muy bien, pero nosotras solo éramos dos chicas en una ruinosa casa a punto de caerse, en un barrio ocupado por otros saqueadores, que se habían hecho propiedad de toda la avenida hace un buen tiempo, tanto que no puedo recordar el momento en que sucedió, simplemente nos daban nuestro espacio durante el día… por eso temíamos por él, ya que muchos de los que estaban allí fuera estaban cerca de la etapa final del virus.