Al pasar cinco años, la era del despertar los azota. Base que da por finalizado el tormento de Gamba, mujer de una deidad inexplicable por debajo de la tierra; ella quién es vencida por la temible catana roja, crea aún más controversias incluso desp...
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Una punzada en el corazón de Gemma sin más, la mujer inhaló intentando mantenerse tranquila. Luego de llegar a casa, tras visitar a San, pensó que lo más beneficioso no sería esperar al día de mañana, le confesó a Mena que no podían dejar todo para después. Ella, junto al consejo de Úrsula y Gus, brindó a la dama la excursión al santuario sangriento.
Especular que Leviatán podría caer en manos como las de Noriel, haría de esto el verdadero fin. No quiere perder la poca ventaja que tienen.
—¡Yaám! —La voz de Tova resonó en la oscuridad de la noche. En la mano del gobernante mantenía un pergamino sellado por Gus que les brindaban acceso a la partida de aquel viaje— ¿Te sientes seguro de esto?
Al lado de ella se encontraba Kan. Luego de entablar su ayuda en Kamphra, deben regresar a su país. El joven de Turán había recibido una nota durante lo que restaba de la tarde; él sin más preámbulo se la extendió a su hermano.
Tanto él como su hermana quedaron perplejos al leer el contenido de esta y antes que replicarán Yaám les pidió un poco de tiempo para procesar aquella información.
—Necesito que se marchen ahora mismo. Están a cargo de Turán mientras este en el viaje con Gemma.
A pesar de que Yaám es alguien que considera fuerte (mentalmente) Tova podía sentir la preocupación en él sin ni siquiera preguntarle. El ave domesticada del gobernante se posó en su hombro y este acarició su cabeza dándole las gracias.
Al instante murió el tema debido a la llegada de Gemma al sitio junto a Gamura.
—Parece que será un viaje corto. —dijo la Groover al notar como Nyam se encontraba en el hombro de su protector, no obstante, él no dijo nada.
—Regrese a salvo, líder. —habló Gamura rindiendo una reverencia para así apartarse de la salida junto a Tova y Kan.
Ante la salida de aquel par, entretanto caminaban en dirección al santuario, Yaám le explicó a Gemma de la necesidad de buscar a quien pudiese cortar de la forma más rápida con los de sangre mezclada. También relato como su familia ha sido un pilar importante para las naciones, hoy día no se encuentran médicos dotados que combatan con el peligro de lo que son los demonios. Muchos hoy día los llaman "curanderos", conocen más de la anatomía de las deidades, que las mismas deidades.
Gemma se interesó en el tema, a decir verdad, no conocía lo fundamental que sería aquella persona. Ella seguía leyendo el informe que redacto Mena la noche anterior, tener que seguir trabajando le causaba ansiedad.
—¿Qué conoces del santuario? Supongo que Tania te contó algo.
—Era una zona de juegos de dioses, en conclusión, claro. Pero, ahora comprendo por qué ese chico se preocupa de que Noriel llegue antes que nosotros. —El tema se tornaba misterioso, en serio amaba cuando Yaám pensaba más a fondo, e intentaba buscar una explicación lógica a la situación—. Si bien recuerdo, Tania dijo que era un sitio para los dioses inferiores en la tierra, ¿es verdad? —Gemma asintió mientras continuaba leyendo—. Sé que suena algo ilógico, pero, siempre he creído que es cierto eso de la bendición de los dioses. Era demasiado incrédulo y opiné que tocaba por simple casualidad.
