Begin Again. Martuli [Terminada]

25

Narra marti: tenía tantas cosas en mi cabeza, que no entiendo mis pensamientos ni nada de lo que estoy sintiendo en este momento.
Muchas sensaciones y emociones nuevas se despertaron en mi interior  y muy derrepente.
Para cuando ya deje a lu en la casa, y segui viaje hasta la mía, ya había anochecido por completo. Las estrellas casi impreceptibles en el cielo y las luces que iluminan la ciudad, de algún modo me tranquilizaban y ayudaban a pensar. O de eso me quería convencer a mi misma.
Las canciones que escuchaba mientras, no estaban tan erradas a mí situacion tampoco. Me sentía algo identificada
 Pero también  quería poder negar muchas de las emociones que recorrían mente.
No podía querer a alguien demasiado rápido.
No podía bajar la guardia de nuevo y que me lastimen
No podía sentir mariposas cada vez que abrazaba a mi amiga.
No podía quererla más que a una amiga.
No podía verla con otros ojos.
No cuando ella tiene novio y es feliz con el.
No cuando ella es más chica que yo.
Si ni siquiera pude decirle que la quería.
Si ni siquiera pude responderle.
No podía volver a enamorarme cuando todavía me duele la ruptura anterior.
No podía enamorarme de Lourdes.
No podía darme el lujo de arruinar la amistad que tenemos.
No podía y no iba a poder. Porque tampoco me lo iba a permitir.
Es solo una confusión. Es solo eso. Estuvimos pasando más tiempo juntas, y hablando mucho.
Le confié como me sentía, eso no lo hacía con cualquiera.  Obvio que había generado otra cosa en mi que los demás no.
Obvio que ella era especial.
Pero no tenia que confundirme.
Es mi amiga y ya.
.
Entre tantas cosas que me abrumaban, el camino a casa se hizo bastante corto. No me di cuenta que mi cuerpo empezó a andar por si solo, siguiendo el rutinario camino hasta llegar a la puerta del departamento.
Pude reaccionar recién cuando la llave tocó la cerradura.
Ya en mi habitación, agarre mi celular. Tenia mensajes de Camila. Quería que nos juntaramos. Ya no tenía ganas de salir nuevamente, no  cuando acababa de llegar. Accedió a venir ella. Mejor.
Aunque si mi cara de preocupación no cambiaba hasta que ella llegara, iba a tener que dar explicaciones y realmente todavía no estaba lista.