Begin Again. Martuli [Terminada]

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Luli: m-mar ^dijo nerviosa^
Marti: luu, porque lloras? ^dijo confundida, y sentándose al lado^
Luli: ^la miro por unos segundos^ vos porque lloras? ^dijo del mismo modo^
Marti; n-no estoy lloran-ndo ^dijo con un hilo de voz, y evitando su mirada^ v-vos porque?
Luli: n-no, me entró una basurita ^dijo volviendo a refregarse los ojos^
Marti: no te creo
Luli: yo tampoco
^y sus miradas volvieron a encontrarse. Ambas atinaron a llevar sus manos al rostro de la otra para secar sus lágrimas suavemente.
Se miraron fijo por unos segundos, y las lagrimas volvieron a brotar por los ojos de luli. Marti al verla no pudo soportarlo, y volvió a llorar también.
Se abrazaron, y lloraron. Lloraron juntas y se consolaron, aunque no supieran el porque del llanto de la otra.
Pero siempre iban a estar para secar la lágrima que cayera por su mejilla, sin importar que.
Sus corazones acelerados, y las respiraciones pesadas entre aquellos sollozos llenos de dolor. Solo querían dejar de sentirlo, y sabían que entre los brazos de la otra, se sentían seguras.
Seguras de cualquier cosa que pudiera dañarlas.
Y así como se protegían, también sanaban, esas heridas mal curadas del pasado.
.
Transcurrieron algunos minutos así, hasta que decidieron ir a buscar agua y lavarse la cara.
Sin palabras, pero más tranquilas.
Volvieron a la habitación y se acostaron enfrentadas.
La poca luz que entraba por la ventana, les permitía ver sus rostros con algo de dificultad.
Sentían que el corazón se les iba a salir del pecho cuando veian a la otra así, pero sabían que su rostro también estaba así.

Luli: estas mejor pepe? ^dijo despacio^
Marti: creo, vos lulita? ^habló del mismo modo^
Luli: creo ^hizo una mueca^
Marti: porque llorabas?
Luli: vos porque?
Marti: ^suspiró apenas^ por santiago, estaba en la joda hoy
Luli: ^río sin gracia^
Marti: pero no porque lo siga queriendo ^se apresuró en decir^ sino que me angustio la situación, y como fue todo...como que se me vino todo a la cabeza
Luli: ^asiente^ puede sonar raro.. pero yo también  lloraba por santiago