Juntos por siempre

464 39 3
                                    

Se podía observar a dos niños jugando en el patio delantero de su casa.

— Míralos, son tan lindos.

— Si, lo son hija.

Corrían persiguiendose por todo el jardín, uno que estaba distraído no vio una piedra en el camino y tropezó.

— ¡Ryo! — su madre se acercó velozmente.

Lo ayudo a pararse y le empezó a revisar si no se habría lastimado, al no haber indicios de heridas se tranquilizó.

— ¿Estás bien Ryo?

A este se le cristalizaron los ojos, iba a llorar pero sintió que lo agarraron del hombro, volteo y vio a su hermano con una sonrisa.

— Estás bien cierto — le dijo

— Estoy bien — dijo mirando a su madre.

Está les sonrió a los dos.

— Tomen un billete, vayan a comprarse algo rico.

Yuji agarro el billete.

— Tengan cuidado si.

Asistieron, Yuji agarro la mano de su gemelo y juntos salieron corriendo a una tienda.

— Son lindos pero ya no puedo con esto.

— Hija no vas a hacerlo verdad, no los puedes abandonar.

— Se que tú vas a cuidar muy bien de ellos — camino y entro en la casa seguido de su padre.

— Te vas sin más, sin despedirte.

Agarro la maleta que ya tenía preparada.

— No podría despedirme, tu eres bueno, se te ocurrirá algo para decirles.

Salió de la casa, su padre también lo hizo pero este se quedó en la puerta.

— Realmente estás segura de esto.

— Si, me voy antes de que lleguen — con la maleta cruzó el patio y se fue en dirección contraria por dónde fueron sus hijos.

Media hora después llegaron los gemelos con unos helados.

— Yo quería ese sabor.

— Te dejo que pruebes un bocado, pero también me das del tuyo.

— Hecho.

Al entrar al jardín vieron a su abuelo.

— Abuelo mira lo que compramos — Yuji le mostró el helado.

— Helado, que bien chicos.

— Dónde está mamá ¿Está adentro? — habló el otro.

— Su madre no está, se fue.

— A dónde, por qué — dijeron ala vez.

— Mejor entremos ahí les digo todo.

Los tres entraron, el abuelo les explico que no iba a volver, que se había ido por ellos por su bien.

Se pasó toda la tarde respondiendo las preguntas que tenían, cuando terminaron ya era de noche.

— Buenas noches abuelo — dijeron al mismo tiempo.

Cada gemelo tenía su propia habitación, así que cada uno se fue por su lado, Ryomen ya estaba en pijama y en su cama tratando de dormirse.

Escucho que tocaron su puerta y segundos después la escucho siendo abierta.

— Ryo ya te dormiste — habló en un susurro.

— No, que haces aquí.

— Es que no podía dormir, puedo dormir contigo.

Only For Me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora