Es un secreto

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Día de escuela y como ya era normal estaban juntos sentados en la mesa, desayunado.

— Te mantiene muy ocupado el trabajo no?

— Ah ¿Si?

— Anoche no llegaste a dormir acá.

— ¿Ahora me estás controlando Gojo? debes tener mucho tiempo libre para que te dieras cuenta de eso.

— No es difícil darse cuenta cuando todas la malditas noches duermes en mi cama.

— Oye cuida tu vocabulario, hay niños presentes - señaló al menor.

—  Lo siento Megumi.

— A mi no me importa — contestó concentrado en su desayuno.

—¿Me estabas extrañando? por eso eso me dices eso.

— De dónde sacas eso. Jamás.

— Gojo — interrumpió Megumi.

— Oh dime Meg — desvío toda la atención de Toji y la paso al menor.

— Si tuvieras la oportunidad de volver con Geto ¿Volverías con el ?

Eso lo tomó desprevenido.

Toji rió y espero la respuesta.

— Bu- bueno, la verdad en ese tiempo si tuviera la oportunidad si habría querido regresar con el a toda costa, hubiera hecho lo que sea, pero ahora no, estoy bien así.

— Ya veo.

— Bueno Toji una pregunta para ti — el albino lo miro.

— ¿A mí?

— Si la madre de Megumi estuviera viva ¿Estarías con ella ahora?

— Si, por supuesto — no paso ni un segundo para que respondiera.

— Eso fue rápido — admitió Megumi.

Satoru se le quedó mirando con la boca abierta queriendo decir algo, pero no dijo nada.

— Bueno ahora toca pregunta a Megumi.

— Porque a mi, yo solo tenía una curiosidad con Gojo.

— Así estamos juntando, tu a Gojo, el a mi y yo a ti.

— No es un juego — se paro — y ya me voy, te espero en el auto Gojo — salió.

— Tú — lo señaló el albino.

— Que.

— Que fue esa respuesta.

— ¿Todavía sigues ahí? Pasábamos esa parte hace raro. Ya me tengo que ir al trabajo — se levantó dirigiéndose a la cocina — que te vaya bien con los niños.

El albino se paro también, y se dirigió al auto.

Empezó a conducir, la mayoría de veces el trayecto era así, silencioso.

Se concentró solo en manejar y llegar a la escuela.

— Llegamos, vas a hacer algo después de la escuela.

— No lo se, no creo.

— Bien entonces te espero cundo salgas.

— No es necesario — bajo del auto — iré por mi cuenta.

— Oh, bueno.

— Gojo.

— Shoko, que haces por aquí, no tienes carro.

— No necesito tener carro para estar en el estacionamiento, pero bueno te vi y me acerque.

— Ya veo — se bajó. 

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