Capítulo 17

256 40 39
                                    

Dorak 9 años atrás.

Estoy llegando tarde del trabajo otra vez. No puedo creer que tenga que pagar algo que no he robado, pero Rachel sigue sin confesar y Robert aún me amenaza con el tema de la marina, y no tiene intensiones de creerme en el caso de que decida incriminar a mi progenitora. Cargar cajas en el supermercado no está tan mal, pero no tengo mucho tiempo para ver a Wave, hoy cumplimos un mes de noviazgo, y le tengo una sorpresa, aunque es probable que ya esté durmiendo. Toco la puerta de la entrada de la casa de las Scoot's. Kim no quiere que me cuele por su ventana, tiene miedo de que me pueda hacer daño, así que nos prohibió cualquier acción de riesgo para vernos, dice que ella no se opone a que seamos felices, aunque aún somos muy jóvenes para estar seguros de lo que queremos.

—Hola, Dorak, creí que ya no vendrías. —Me saluda Kim con una sonrisa antes de dejarme pasar.

—La semana que viene se celebra el Black Friday y hay montones de productos en el almacén para ser sacados, estamos casi colapsados por el espacio, estoy comenzando a odiar Acción de Gracias. —El trabajo es agotador, pero por ocho dólares la hora no está mal.

—No lo hagas, esa es la fecha favorita de Wave.—Me confiesa. 

—Lo recordaré mientras cargue cada caja. —Ambos reímos antes de preguntar.—¿Dónde está?

—En su habitación, te vas a las diez ¿no?—Olvidé que Kim nos había puesto un toque de queda para las visitas nocturnas.

—Sí. Tengo 15 minutos entonces. —suspiro derrotado antes de dirigirme a la habitación de mi novia... Mi novia, Wave es mi novia...

Limpio mis manos sudorosas en mis vaqueros antes de llamar a la puerta.

—Pepino. —digo la contraseña.

—¿Sigues haciendo eso?—Se asoma a la puerta cubriendo con sus manos su pijama de flores. Es la primera vez que la veo de cerca con él puesto. Y como todas las veces luce hermosa.

—¿El qué?—Le pregunto antes de acercarme para depositar un suave beso en su frente.

—Lo de pepino, esa no es mi contraseña. Ni siquiera tengo una. —susurra y noto el rubor de sus mejillas.

—¿Por qué estás tan roja? Aún no he dicho nada para ruborizarte. —Le sonrío y ella corre para sentarse en su cama mientras se cubre el frente de su cuerpo con la almohada.

—Creí que no vendrías y me cambié de ropa...

—Oh, si es por tu pijama es lindo, a mí me gusta.—le resto importancia en lo que me acomodo frente a ella en la cama. —Hoy es nuestro primer mes aniversario. 

—¿Y? ¿La gente celebra esas cosas?—Parece confundida.

—Sí, la mayoría lo hace.

—¿Y nosotros tenemos que celebrarlo?—No la noto muy entusiasmada con la idea.

—Bueno, sino quieres no tenemos porqué hacerlo.

—Pero tú quieres hacerlo. —Se encoge de hombros y se muerde el interior de su mejilla. —No te compré nada, lo siento.

—No te preocupes, no importa el tiempo que estemos juntos, esto no es una competición, lo único que interesa es cuanto nos queremos. —Le aseguro antes de acercar mi boca a la suya y reclamar sus labios como míos. —Yo tampoco te compré nada. —sonrío interrumpiendo nuestro beso.

—Bien.—No le presta atención a mis palabras, envuelve sus dedos en mi cabello y logra el comienzo de otro beso.

—Solo me quedan 10 minutos a tu lado, Wave. Te tengo una sorpresa. —Busco en mi bolsillo dos boletos y se los entrego.

—¿Qué es esto?

—El Circo del Sol viene a Austin este sábado. Mi jefe me regaló los boletos, iba a ir con su esposa pero coincide con el día en que se casa su prima. ¿Te hace ilusión?

—¿Estás de broma? Siempre he querido ir al circo y nunca he tenido la oportunidad. ¡Oh, Dorak, esto es genial!—Se lanza sobre mí tirando la almohada a un lado para abrazarme y besar con mucha más pasión mis labios. Me dejo llevar posando mis manos en sus caderas atrayéndola a mí. Nuestros corazones se aceleran y su piel y la mía se vuelven electrizantes. Un cosquilleo recorre mi cuerpo con cada caricia y el aroma de su piel comienza a dominarme. Nos dejamos caer, yo sobre ella con la respiración entrecortada. Mis manos comienzan a buscar debajo de su pijama un poco más de piel, ella me deja, no se siente cohibida de que lo haga. Nos hemos tocado otras veces, pero nunca como ahora, mis manos no habían conocido más allá que la piel de su abdomen o la parte baja de su espalda, pero estamos experimentando cómo sería dar un paso más cuando mis dedos rozan sus pechos y las pausas de sus besos se hacen más evidentes al placer. Un gemido se pierde en mi garganta y quiero saber como sería tenerla...

Dos toques en la puerta nos interrumpen y nos apartamos como si hubiéramos sido impulsados por una fuerza mayor. Ahora cada uno está a un lado de la cama. Estamos tan aturdidos que ninguno de los dos puede hablar.

—Dorak, ya son las diez.—Escuchamos a Kim gritar desde el otro lado. Wave tiene las mejillas más ardientes que nunca e intenta desviar su mirada hacia al suelo. Esta hermosa y comienzo a amar ese pijama de flores.

—Okay, me voy en un segundo. —Me acerco otra vez a ella, levantando su barbilla para poder mirarla a los ojos.

—¿Crees que mi madre...?

—No, claro que no, de lo contrario me hubiera sacado a patadas de aquí. —La hago reír antes de robarle el último beso del día. —Te veo mañana, no me extrañes.—Chasquea su lengua y me confiesa.

—Ya lo estoy haciendo.

—No lo hagas, estoy en la ventana de enfrente.
—Hasta mañana. —se despide.

—No me extrañes, okay.—Le recuerdo antes de desaparecer por su puerta.

Todo está volviendo a mí (It's All Coming Back To Me.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora