Hoseok se había tomando en serio el enseñarle a Jungkook a ser un chico común.
Pidió algunos días libres en su trabajo solo para poder dedicarle todo su tiempo a quien se supone era su mascota.
El primer día consistió en presentarle distintos objetos y sus usos para que Jungkook supiera que hacer con ellos, lo que más le llamó la atención fue el teléfono. Como con casi todo, Jungkook sabía que aquel aparato existía, pero no entendía su funcionamiento, ese día Hoseok descubrió que el chico no sabía escribir y apenas podía leer.
El segundo día le explicó como funcionaba el dinero y comenzó a enseñarle a leer, Hoseok agradecía el tener cerca una librería, compró distinto libros infantiles y cuadernos de caligrafía, desde ese día comenzaron a practicar lectura con cuentos.
De esa forma, los días fueron transcurriendo, aunque Jungkook era rápido para aprender y su memoria era bastante buena, el escribir y leer no era algo que fuera a dominar en unos cuantos días, de igual forma Hoseok no se desánimo ni perdió la esperanza.
Aprender a cocinar fue más caótico de lo que se esperaban, Jungkook logró quemar todo lo que intentó preparar, se cortó varias veces y los ingredientes no dejaban de terminar en su boca. Hoseok no sabía si reír o reprenderlo, pero definitivamente no podía permitir que el chico volviera a estar allí si quería vivir por algunos años más.
La primera vez que sacó a Jungkook del apartamento en su forma humana, el chico se comportó de la misma forma que hacía cuando era un perro; siempre precavido y escondido tras su dueño. Ese día obtuvo sus primeras prendas de ropa humana propias, el siquiente pasado era acostumbrarse a usarla.
―Préstame atención, te mostraré como hacerlo y luego lo intentas tú ―Hoseok se puso de cuclillas frente al menor, le estaba enseñando a atarse los zapatos.
Nunca se imaginó teniendo que enseñarle a alguien cosas tan básicas, de alguna forma se sentía como un padre criando a su hijo aunque realmente no era capaz de ver a Jungkook de esa forma.
―Es divertido que me enseñes cosas, es como cuando me enseñaste trucos ―Jungkook observó con atención como Hoseok ataba sus agujetas ―. ¿En la escuela te entrenan también?
―No exactamente, solo te enseñan cosas innecesarias como matemáticas avanzadas ―Hoseok se sacudió como si tuviera escalofríos, pensar en la escuela lo agotaba, nunca disfrutó tener que invertir horas haciendo una pila de tareas sobre temas que ya no recordaba aunque no había pasado mucho tiempo desde su graduación.
― ¿Matemáticas avanzadas? Suena difícil ―fue el turno de Jungkook para poner en práctica lo que Hoseok le acababa de mostrar, no le tomó mucho, sus agujetas quedaron perfectas al primer intento.
―Lo es.
―Quiero aprenderlas ―dijo de repente descolocando a Hoseok.
―No, no quieres ―le sonrió tranquilo tomándose el pedido como una broma.
―Si quiero ―Jungkook insistió sonriendo también.
―Tu cerebro se va a fundir ―Hoseok advirtió tomándolo por los hombros para sacudirlo y hacerlo reaccionar.
―Al menos enséñame lo básico, por favor ―alargó la última sílaba aleteando con sus pestañas.
―Trato hecho ―Hoseok estiró su mano para estrecharla con la del chico.
Tres días después Jungkook se estaba arrepintiendo de haber insistido, sumar y restar no fue tan complicado, pero cuando Hoseok comenzó con la multiplicación y división su cerebro dejó de funcionar, los números le daban miedo.
―Mejor sigamos con la lectura ―se dejó caer sobre la mesa totalmente agotado luego de una clase de una hora.
― ¿No prefieres salir un rato? ―Hoseok propuso masajeando los hombros de Jungkook, realmente se estaba esforzando en aprender.
― ¿Me sacarás a pasear? ―se levantó alegre yendo hasta la puerta ―. Vamos, vamos ―apresuró, aunque prefería ir al exterior en su forma perruna estaba en entrenamiento, así que debía mantenerse como estaba, siempre podía esconderse tras Hoseok o tomar su mano para disipar el miedo.
El mayor tomó sus llaves antes de salir con Jungkook siguiéndolo, caminaron algunas cuadras antes de llegar a un parque cercano, era la única zona verde del lugar por lo que la gente solía preferir ir ahí a pasar el rato.
Habían lugares para los niños, una gran cancha de deportes y lo demás era césped perfecto para hacer picnics o solo recostarse y hacerse uno con la naturaleza.
―Baloncesto ―Jungkook susurró mientras veía a un grupo de jóvenes jugar en la cancha, días antes había visto sobre el en la televisión ―. Se ve divertido, ¿lo has jugado?
―No soy bueno en los deportes ―Hoseok respondió avergonzado, su existencia no era compatible con nada que necesitará fuerza física o involucrará una pelota.
Observaron el partido en silencio hasta que la pelota voló por los aires directo al rostro de Hoseok quien quedó paralizado esperando un golpe que nunca llegó.
―Casi... ―Jungkook suspiró aliviado, su brazo estaba estaba extendido y en su mano estaba la pelota, se había encargado de atraparla antes de que siquiera rozará a su acompañante.
― ¡Pasala! ―un chico le hizo señas a Jungkook quien observó el balón antes de lanzarlo con fuerza imitando la forma en la que lo hacían ellos ―. ¿Quieres jugar? ―preguntó una vez el objeto estaba devuelta en la cancha.
Jungkook no dijo nada, en cambio giró para ver a Hoseok en busca de una respuesta.
―Puedes ir, no te preocupes ―respondió respirando hondo, su corazón había olvidado que su trabajo era latir ―. Diviértete.
El menor no pudo ocultar su sonrisa antes de correr en dirección al grupo de chicos uniéndose al juego, aunque fue su primera vez lo hizo bastante bien, los gritos de ánimo que le enviaba Hoseok eran como un energizante y pasar tiempo con otras personas resultó ser más divertido de lo que esperaba.
Cada vez que hacía una canasta recibía felicitaciones y palmadas, dos cosas que amaba y le ayudaban a ser que lo estaba haciendo bien.
Duró horas jugando hasta que poco a poco los chicos se fueron yendo, sus padres los llegaban a buscar o los llamaban, de esa forma quedó solo él. Cuando se giró para ir a donde Hoseok notó que el chico se había quedado dormido.
Con una sonrisa en el rostro se acercó con sigilo y se acostó en el suelo dejando caer suavemente su cabeza sobre las piernas del chico, como haría si estuviera en su forma perruna.
Se mantuvo en esa posición mientras observaba a Hoseok, era más fácil para él admirar a las personas cuando su podía ver más colored además del azul y amarillo.
―Ho-se-ok ―dijo pausadamente tratando de despertar al chico ―. ¡Jung Hoseok!
Varios intentos fueron necesarios para hacer que despertará, con una expresión confundido miró a su alrededor antes de conectar con la mirada de Jungkook.
»―Vamonos ya, tengo hambre ―se levantó ofreciéndole su mano, aunque Hoseok aún no despertaba por completo, la tomó sin dudarlo siendo guiado por el chico hasta su hogar.
Thighs~
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ᴀᴅᴏᴘᴛɪɴɢ ᴀ ʟᴏᴠᴇʀ
Fanfiction┏━━━━━━━━━━━•❅•°•❈•°•❅•━━━━━━━━━━━┓ Desde el inicio de la humanidad los perros desempeñaron un papel especial; El mejor amigo del hombre. Un compañero, amigo y mascota. Eran más que simples animales. Jung Hoseok era un joven que en el inicio de su...