𝟏𝟑. 𝑼𝒏𝒆𝒙𝒑𝒆𝒄𝒕𝒆𝒅 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔.

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𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟑; 𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐𝒔.

—ESPERO QUE REALMENTE TENGAS UNA BUENA EXPLICACIÓN—dijo Goldy, divisando la figura de JB junto a la fogata—

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ESPERO QUE REALMENTE TENGAS UNA BUENA EXPLICACIÓN—dijo Goldy, divisando la figura de JB junto a la fogata—. Desapareciste por un día completo, sin dar señales de vida o contestar a un mísero mensaje. ¿En qué pensabas?—Al tenerlo más cerca, le dió un buen golpe en la nuca—. Responde, idiota.

—¡Ya voy, ya voy!—sobó la zona dolorida con una mueca—. Y sí, tengo una muy buena razón para todo, Goldy. De hecho, si me hubieras dejado explicarme probablemente no me habrías golpeado.

—No, el golpe te lo merecías de todas formas—le restó importancia con un gesto de mano, sentándose en un tronco raído—. Ahora sí, empieza con tu historia de cuento de hadas.

—¿Seguro que estáis listos? No queremos que os hagáis pipí en los pantalones de la emoción—dijo JJ, tomando asiento junto a la morena, hombro con hombro. Ella le sonrió.

—Estamos listos, ninguno va a tener un accidente—afirmó Kiara.

Jonh B asintió, poniendo la espalda recta desde su sitio—. El oro no se hundió con el Royal Merchant—confesó, esperando reacciones emocionadas. Sin embargo, solo hubo un silencio dolorosamente incómodo.

Goldy resopló con fuerza, poniendo los ojos en blanco. El tema del barco era un disco rayado que parecía no tener un final, al menos no uno feliz. Desde la decepción de la semana pasada, cuando sólo encontraron suciedad y agua, a la chica le costaba creer en la fantasía del dinero. Deseaba hacerlo y tener la emoción insaciable de su amigo, pero por alguna razón, que unos adolescentes de dieciséis años encontraran un tesoro de cuatrocientos millones de dólares, le parecía una película barata.

—Deja el tema, JB—soltó Pope fastidiado.

—No. Escúchalo, ¿Vale?—dijo JJ—. Al principio yo tampoco lo creía, pero el idiota tiene un muy buen punto que demostrar.

—¿Buen punto?—cuestionó Gold, alzando una de sus oscuras cejas—. ¿Qué buen punto?

—El oro está en la isla. Justo aquí, siempre lo estuvo.

—Permíteme que lo dude—dijo Pope, haciendo que el rubio resoplara molesto.

—Vale, Pope. Dada tu falta de confianza en tu mejor amigo, déjame mostrarte las puebras—se levantó del tronco, sonriente—. En mi mochila tengo una carta de Tanny. Y diréis, ¿Quién es ese?—rebuscó, sacando un papelito desgastado—.  Denmark Tanny fue un esclavo que sobrevivió al náufrago. Los esclavos no contaban como tripulación del barco, pero mi padre encontró un registro completo. Y aquí, señoras y señores, llega el mejor momento de la historia.

—¿Cuál es?—preguntó ella, cogiendo la carta entre sus manos. Era una letra antigua, con pluma, en un idioma desconocido.

—Tanny usó el oro del Merchant para comprar su libertad. Después, compró una granja. Y, redoble de tambores, por favor—pidió. Las chicas se miraron divertidas antes de seguirle el rollo, golpeando el tronco—. Gracias, gracias por la colaboración. Esa granja, chicos, es Tannyhill.

ACHILLES HEEL➵ Outer BanksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora