𝑨𝒄𝒉𝒊𝒍𝒍𝒆𝒔 𝒉𝒆𝒆𝒍-🌴🍍
‟Porque tu eres mi puto talón de Aquiles, Goldy. Eres mi única debilidad, la que me importa. Si salgo herido, si me roban, si me encierran en la cárcel, si me insultan o se ríen, no me importa. No me importa mientras t...
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GOLDY SE ENCARGÓ DE ENGANCHAR LA CRUZ A LA CUERDA DE LA GRÚA EN LA que Pope estaba montado. El moreno, que no sabía muy bien como funcionaba la máquina, la chocó contra la pared las primeras veces, hasta que supo manejar la situación y coger la reliquia, sacándola de la caja tal y como habían planeado.
—Está bien, tenemos que ayudar a John B con el barco—dijo JJ, indicando a las dos chicas que debían irse. Habían tomado el control, por lo que ahora sería más fácil conducir de vuelta a Outer Banks—. No lo encuentro. ¿Lo veis por algún lado?
—No—dijo la de rizos, mirando por la barandilla hacia la primera cubierta—. Mierda, ¿Dónde estará ese idiota?
De repente Goldy sintió un presión en el cuello, antes de ser tirada hacia atrás. Su espalda chocó contra un pecho y notó como la hoja afilada de un cuchillo se posaba en la esquina de su cuello. Ella jadeó de la sorpresa, haciendo que sus dos amigos se giraran al mismo tiempo. Kiara se tapó la boca mientras que JJ sentía como se le paraba el corazón.
—Así que resulta que sois un grupo entero—dijo el capitán, apretando más el agarre—. Me sorprende que tengáis el valor de jugar conmigo de esta forma, niños.
JJ dió varios pasos adelante, pero al ver como el hombre le amenazaba con cortar la garganta de la chica, retrocedió con las manos en alto, ocultando muy bien lo temblorosas que las tenía.
—Oye, tío. Suéltala, ella no tiene la culpa de nada. ¿Vale? Por favor, déjala.
—Estás loco si piensas que voy a dejarla ir tan fácilmente. Habéis encerrado a mi tripulacion como si fueran cerdos en una granja. Y no solo eso. Hace un momento tu otro amiguito me ha dado una paliza para tomar el control de mi barco—recalcó las palabras, cogiendo el pelo de la morena para tirar de el. Goldy se mordió el labio para aguantar el sollozo que quería salir —. Así que, ¿Qué razones tengo para perdonarle la vida a esta cría de mierda?
—Cambiame por ella.
—¡No!—gritó, ganándose otro tirón de cabello. Goldy gritó de pura rabia y se removió el los brazos del hombre—. ¡Sueltame, hijo de la gran puta!
—¡Cállate, zorra!
El cuchillo cortó una insignificante parte de su piel y ella se puso rígida, mirando con puro terror a los ojos de sus amigos. El rubio apretó los puños con fuerza, controlando las ganas de saltar hacia el hombre y romperle la cara por atreverse a tocar a Goldy. Sin embargo, no podía perder los estribos porque su poco control era capaz de estropear las cosas aún más.
