ACHILLES HEEL➵ Outer Banks

𝟏𝟎. 𝑱𝑱'𝒔 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕 𝒑𝒍𝒂𝒏.

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟎. 𝑬𝒍 𝒑𝒍𝒂𝒏 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑱𝑱.

CUANDO LA CHICA DESPERTÓ ESA MAÑANA, SE ENCONTRÓ CON LA CARA SONRIENTE DE su hermana pequeña. Ella, confusa, bostezó y miró discretamente hacia su derecha para comprobar que el rubio se hubiera marchado antes de que alguien los viera durmiendo abrazados en ropa interior. Para su alivio la cama estaba vacía.

—No te preocupes por el, salió de tu cuarto minutos antes de que papá entrase aquí. Aunque casi lo pilla. ¿Dormís juntos para daros besos y abrazos como en las películas?—dijo, saltando de un lado a otro. Goldy sonrió con incomodidad, rascando la parte trasera de su cabeza.

—Ummh. Algo así. No se lo digas a papá o a Jackie. ¿Vale?

Esa noche habían vuelto a hacer algo más que besos y abrazos, pero omitió esa parte por el bien mental de la niña.

—Prometido, soy muy buena guardando secretos. Por cierto, tienes una sorpresa.

—¿Una sorpresa? Mi cumpleaños no es hasta Octubre.

—¡Es otro tipo de sorpresa, está en el jardín!—paró de saltar para tirar de su cuerpo fuera de la cama. Al principio Goldy se negó a levantarse, pero las insistencias de su hermana eran insaciables. Se puso de pie, roja como un tomate, intentando cubrir los chupetones de sus pechos con el pelo y caminó hacia el baño—. ¡Vamos, vístete rápido!

Bufó—. Espero que valga la pena, Darya.

—¡Sí, sí, sí!

¿Cómo podía tener tanto entusiasmo a las once de la mañana?

Goldy se puso un simple conjunto de pantalones cortos y camiseta, con el bikini debajo por si lo llegaba a necesitar. Cuando acabó de vestirse y hacer sus necesidades matutinas, su hermana entrelazó su manita con la suya y tiró de ella hacia la parte delantera de la casa.

No encontró rastro alguno de JJ.

—¿Qué clase de sorpresa es?

—No puedo decírtelo, tontita. Se supone que es una sorpresa—obvió, mostrando su diente mellado—. Papá está muy contento y JJ también, aunque a mamá no le importó mucho la noticia.

—¿Noticia?—inquirió, pero a la niña no se le escapó nada más. Era inteligente—. Está bien, solo espero que no sea ninguna tontería. Es sábado, por dios. ¿Quién se despierta un sábado a las once?

—Las personas normales.

Goldy hizo una mueca de desagrado. No, las personas normales no se levantaban temprano, si no los locos. ¡Era Sábado!

Cuando llegaron al porche, ella seguía sin encontrar al rubio, tampoco a Jackie o su padre. La casa parecía estar vacía y no notaba alguna especie de cambio que le diera una pista sobre la sorpresa.