𝑨𝒄𝒉𝒊𝒍𝒍𝒆𝒔 𝒉𝒆𝒆𝒍-🌴🍍
‟Porque tu eres mi puto talón de Aquiles, Goldy. Eres mi única debilidad, la que me importa. Si salgo herido, si me roban, si me encierran en la cárcel, si me insultan o se ríen, no me importa. No me importa mientras t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
JJ NO PODRÍA EXPLICAR CON PALABRAS LO QUE SINTIÓ AL VER COMO JOHN B ENTRABA en la château con el cuerpo ensangrentado de Goldy en sus brazos. Su corazón se paralizó por un momento al igual que su cuerpo y sus oídos pitaron mientras el chico le gritaba cosas que su cerebro no percibía. John B la puso sobre el sofá de la sala y el, al verla inconsciente con su hermosa frente llena de sangre, estuvo a punto de explotar en llanto como un niño de tres años.
—El botiquín—escuchó la voz lejana de su amigo—. ¡JJ, reacciona!, ¡Necesito el botiquín!—lo sacudió por los hombros—. Tio, ¿Me estás escuchando?
—¿Q–qué cojones ha pasado?—le dijo, revolviendo su pelo—. ¿Por qué está sangrando?, ¡Tenemos que llevarla a un hospital!—lo empujó con fuerza—. ¿Por qué la traes aquí, inútil?
—Goldy no quiere hospitales, ella misma me lo dijo antes de desmayarse—contestó el otro empujando de vuelta—. Ahora, ¿Vas a quedarte ahí parado como un tonto o vas a ayudarme?
—¡O–oh si, claro!
El rubio corrió hacia el cuarto de baño para coger el botiquín. Este no estaba muy lleno, en comparación con el que Goldy usaba para curar sus heridas el suyo era una mierda. Pero tenían alcohol, algodón y gasas. El chico esperaba que eso fuera más que suficiente para parar la hemorragia y desinfectar las heridas que por suerte no eran muy profundas; La de su pierna sólo constaba de un largo rasguño por culpa del suelo, no estaba abierto o infectado, pero sangraba mucho. La herida de la cabeza se podría considerar más preocupante, el costado derecho estaba repleto de líquido rojo junto a una pequeña apertura que tendrían que cerrar de alguna manera.
Cuando los chicos comenzaron a frotar el alcohol por su cuerpo, ella se despertó de golpe pegando un manotazo a cada uno.
—¡Eso duele!—soltó como si nada, con los dientes apretados—. ¿No podéis tener más cuidado?
—¡Goldy!—dijo el rubio, abrazando su cuello—. ¿Te encuentras bien?, ¿Necesitas algo?, ¿Te llevamos al hospital? Creo que necesitas un hospital, estás sangrando mucho.
Ella observó sus pierna—. Para empezar, lo que necesito es que lo hagáis bien—dijo, en un suspiro—. Tenéis que parar la hemorragia antes de limpiar y desinfectar, par de idiotas.
—L–o siento, estamos muy nerviosos. No sabemos...No sabemos muy bien que hacer. Mierda, me tiemblan las putas manos—se quejó, quitándose los anillos de plata para que no le impidieran trabajar—. Ahora mismo estoy como un loco, Goldy.
—Estoy bien—le dijo ella con una pequeña sonrisa, acariciando su mejilla—. No hay de que preocuparse, solo me duele la cabeza.
—¿Estás segura?—cuestionó con los ojos azules brillantes por las lágrimas—. No quiero que tengas secuelas por el golpe.
