"Los sueños son cosas tan raras que lo mismo te pueden traer malos recuerdos, que crear algunos que nunca sucedieron"
—¡Kylian! —Ya en este punto me daba igual si despertar a una persona gritando era malo, porque si él seguía haciéndolo nos descubrirían y yo no tenía ganas de morir.
—¿Qué? ¿Qué pasó? —preguntó asustado a la par que se sentaba de un tirón.
—Llevas gritando media hora. Estabas teniendo una pesadilla —Alejándome un poco de él.
—Perdón, no quise despertarte —se disculpó sin ánimos ninguno—. Hace mucho que no me pasaba.
—No te preocupes, todos tenemos una pesadilla que nos persigue —dije acomodándome a su lado, dando un fuerte suspiro—. ¿Qué pasó con ellos? Digo... si quieres hablar...
—No me gusta hablar de mi pasado, eso no cambiará lo que pasó.
—No, no lo cambiará, pero sí puede cambiar tu presente y tu futuro. Callarse las cosas solo hará que el trauma empeore o eso decía Nad —Cerré los ojos y mire hacia arriba, recordando sus palabras con una sonrisa de nostalgia.
—Mi madre decía lo mismo, pero ella ya no está. Lo siento, pero la última vez que confié en alguien me traicionó.
—Si te sirve de consuelo yo no conozco a nadie a parte de ustedes dos, hasta estoy sorprendida de que me entiendas con lo pésimo que hablo. No obtengo ningún beneficio por traicionar a la persona que me salvó la vida. Crecí entre monjes Kylian, ellos mencionan la lealtad más veces de las que pestañean. Aunque también te entiendo, yo ni siquiera te dije mi nombre real —Si quería que él fuera sincero yo también tenía que serlo.
—Lo sé, te escuché hablando con el padre de Elizabeth y cuando me encontraba con alguno de los monjes en el bosque preguntaban por ti y el tal Osmond —dijo sin más, sorprendiéndome por aquello.
—¿Y por qué me lo dices recién?
—Porque no es asunto mío. Tú me cuentas lo que quieras, yo no soy quién para cuestionar si es verdad o no.
—Gracias.Por lo visto no era el chico creído e insoportable que había pensado. Podía ser un poco bipolar y seco, pero por lo menos no se metía en la vida personal de los demás, ni cuestionaba nada, bueno muy poco.
—Los mataron, a mis padres y a mi novia. Delante de mí —confesó después de unos largos minutos de silencio eterno—. La persona a quien solía llamar hermano nos traicionó.
—Oh, cuánto lo siento —Ahora entendía muchas cosas, empezando por su desconfianza.
—No digas eso, es molesto. Pasó hace mucho. Todos los de la manda terminaron muertos y yo no pude hacer nada para evitarlo, solo hui. Tenía quince años, estábamos en una cena familiar y justo cuando pensé que mi mejor amigo vendría a unirse, resultó ser que venía con el peor ser que ha pisado este planeta. Traté de defenderlas, fue por gusto, en un abrir y cerrar de ojos Massimo tenía a Agathê entre sus brazos. Era una niña, ni siquiera se había presentado como para poder defenderse de alguien presentado hace tres años.
《Quise que intercambiara, que hiciera conmigo lo que quisiera, pero cuando me acerqué la mató. Escuché el grito de ambas... Habían matado a dos de las personas más importantes en mi vida frente a mí y no pude hacer nada. Quise matarlos, iba a hacerlo cuando mi padre me detuvo. Luego no recuerdo mucho más, solo a mi padre gritándome que corriera y no mirara atrás. Estuve días huyendo como un cobarde hasta que llegué aquí, justamente a esta cueva. Elizabeth me encontró y me adoptó como su nieto. El resto ya lo sabes》
—También eras un niño, no puedes juzgarte por haber huido. Si eran mayores en experiencia y número lo mejor que hiciste fue irte, como tu padre te lo pidió. Sé que duele ver cómo alguien a quien quieres, amas o están a tu alrededor, mueren por tu culpa y vivir con ese cargo de conciencia encima todos los días es difícil, pero es lo que nos tocó. Hay que tratar de recordar lo bueno y no lo malo. No digo que sepa lo que sientes con exactitud, pero si entiendo el sentimiento y es horrible.
《Escucharte hablar hace que en una pequeña parte me sienta identificada, aunque claro lo mío no pasó a esa magnitud. Yo solo llevo unos meses con esto, antes pensaba que todo esto era solo fantasía y cosa de películas y libros. De un día para otro me enteré de que tengo medio mundo detrás de mí y sigo sin entender por qué, solo soy una simple humana y ya》
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Sangre Codiciada
FantasyAl principio no entendía que estaba pasando conmigo, con las personas a mi alrededor, hasta que entendí que existían más secretos, engaños y mentiras de las que pudiera imaginar. Mi vida cambió por completo, pero no fue un cambio bueno, al contrari...