14

877 51 25
                                    

La noche se hizo presente mientras llegaban al lugar, Wille estaba con su celular y enseguida lo guardó cuando Simon lo noto. Iban de la mano y solo los acompañaba el sonido de sus propias pisadas sobre el camino de piedras pequeñas. Las luces de una cabaña al final del camino despertaron en el moreno una repentina ansiedad.

Cuando llegaron Wille abrió la puerta con una llave magnética, Simon apretó los labios para no reír por ese detalle, el príncipe se movió y lo dejó pasar. El lugar era tan acogedor y de ensueño que conmovía, una chimenea estaba encendida y era la única luz del lugar.

- Voy a... Pasar al baño.. - Susurro Simon desapareciendo en una de las puertas que adivino era el cuarto y dentro del mismo, un "pequeño" baño.

Lo primero que hizo fue mirarse en el espejo, se peinó apenas y se lavó las manos. Empezó a revisar pero pese a estar equipado no tenía lo que buscaba.

Lubricante.

Respiro profundo, notando que estaba siendo ansioso aun no sabia si eso específicamente iba a suceder. Se miró a sí mismo, tenía ganas de ducharse pero a la vez quería ir corriendo a donde estaba Wilhelm.

- ¿Simon? - Grito Wille desde algún lugar.

- Ahí voy... - Le respondió.

Simon abrió lentamente la puerta pispeando antes de salir del todo, asomando sus rulos por el borde de la puerta y notando que la habitación estaba vacía, quien lo llamaba no estaba allí. Camino observando la cama que tenía pétalos rojos y blancos, levantó una ceja sintiendo que algo parecía raro ¿Estaba todo preparado? Volvió hacia la sala de estar y lo que encontró hizo que su corazón salte un latido.

Wilhelm estaba allí parado frente a la chimenea, pero se encontraba desnudo.

La luz del fuego hacía que su piel tomará un color perfecto.

- Okay... - susurró Simon.

- Veni.. - Wilhelm extendió la mano y como un imán, el moreno se acercó a tomarla.- Me gusta este lugar más que la cama...

- ¿La alfombra de..? - Simon miró el piso, era una gran alfombra que no tenía forma de animal ni parecía ser de uno, pero tenía apariencia de ser suave y..- La vamos a manchar toda. - Dejó salir sin pensar.

- Dios... - Wille sonrió.- ¿No te gusta esto?

- Me encanta pero... No tenemos... - Wille le señaló una canasta que estaba sobre una pequeña mesa frente a los sillones.- Ah... Okay.

- Yo también estoy nervioso.

- No pareces nervioso - Wille miró a otro lado.- No, no lo digo por... - Simon cerró los ojos, tenía que dejar de decir cosas que no tenían sentido, trago en seco.

Estaba seguro, quería estar en ese lugar, en ese momento y vivirlo con Wilhelm. Llevo sus manos a la campera y se la quito. Se sacó la remera y la tiró a un costado. El príncipe lo observó mientras lo hacía. Cuando se quitó la última prenda, las medias, y tocó la alfombra con sus pies, Simon respiro profundo soltando un sonido que hizo a Wille reir.

- Oh dios.. Esto es..

- Lo sé - Dijo Wilhelm.

- Es.. - Siguió Simón dejándose caer sobre la alfombra. Wille soltó una carcajada liberadora de tensión. recostandose junto a él.

- ¿Te gusta? - Pregunto mirando atentamente sus reacciones.

- Si - Simón llevó su mano a acariciarle el rostro, dejando sus dedos recorrer su cabello para quitarlo de su frente.- Me gustas vos.

Wille se acercó a Simón y comenzó a besarlo.

Habían hecho esto cientos de veces, besarse ruidosamente, acariciar cada centímetro del otro y estar desnudos de esa forma sin miedos ni nada, pero las cosas eran distintas ahora. El calor del fuego no era lo único que calentaba sus pieles.

Amor de verano (WilmonAU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora