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Para Kim Namjoon estaba siendo todo un desafío enfrentarse por primera vez en su vida al poder del celo de un omega, y mucho más, porque no se trataba de cualquiera. Era de aquel bello rubio que, desde incontables vidas pasadas, había sido atado a su lobo por un lazo espiritual y eterno. Sin embargo, ni sus clases de la escuela o las charlas sobre castas pudieron haberlo preparado para todo lo que se encontraba experimentando en ese momento; aquella entrega sin condiciones, el clamor primitivo y sincero de Jimin, el ruego desesperado por concretar una unión que, por mucho que se negara, era inevitable. Aquel era su omega, su complemento, su compañero de vida, su todo. Sólo él y su toque, podían darle la paz que el menor necesitaba, aliviando su dolor y sellando ese momento, que sería el inicio del resto de su vida juntos.
Por estos y muchos más sentimientos que comenzaban a florecer dentro de su pecho y corazón, latiendo fuertes y rápido, haciéndose cada vez más grandes y aplastantes, que Namjoon aceptó lo que la Madre Luna y el Dios Lobo había designado para ellos.
Se perdió en la cálida humedad de su omega, y lo besó tantas veces como pudo, susurró promesas y cubrió su piel con la suya, hasta desprenderse de sus almas, para que estas se entremezclaran, uniéndose de forma única y definitiva. Namjoon sintió colapsar al rubio y se dejó ir junto con él, presionando contra sus paredes, dolorosamente, a la vez que satisfactoriamente. No había vuelta atrás para ellos, habiendo probado lo que era amarse de esa manera.
—Hyung... —jadeó Jimin en un breve momento de lucidez, firmemente unido a su alfa, a causa de su nudo. —Yo... lo amo... lo amo muchísimo... —confesó, con las lágrimas nublando sus ojos y humedeciendo la sonrojada piel de sus mejillas. —Mis sentimientos son muy profundos... —continuó hablando, conteniendo un sollozo por las abrumadoras emociones que querían estallar en él. —Y sé que... tal vez, no es igual para usted... pero, por favor... sólo, quédese a mi lado —pidió, aferrándose al cuello del mayor, enterrando su nariz en la piel desnuda del alfa. —Puede que, con el tiempo... llegue a amarme tanto como yo lo hago...
—Jiminie... ¿por qué piensas esas cosas? —se rio suave, como un ronroneo sutil. —Yo te amo... Lo confirmé cuando escapé de casa de Yoongi, y mientras corría hasta ti... te amo —lo tomó del rostro para que viera la sinceridad en sus ojos oscuros. Ya no era el lobo interior dominando la situación. Era su parte humana hablando, desde lo más profundo de su corazón, llenando al omega de ilusiones que se reflejaban en sus ojos avellanados. —Y, desde este momento, somos alfa y omega... Tú me perteneces y yo te pertenezco... por siempre, ¿de acuerdo? —el rubio sólo pudo asentir, con un nudo cerrando su garganta, y más lágrimas descendiendo por su rostro.
—¿Aunque no tenga una marca? —preguntó, después de un momento.
—Prometo que, pronto la tendrás —lo acarició con su nariz, en la curva de su cuello, sacando una risita. Las manos de Namjoon aun lo sostenían de la cintura, para que el menor no se moviera y no se lastimara. Aun debían esperar un poco para separarse.
Aquella semana se dio de la misma forma, con Namjoon cuidando de Jimin hasta que el celo se fue, fortaleciendo su relación y definiéndose como lo que eran, una pareja. A pesar de sus convicciones y la moral que lo detuvo tanto tiempo de ir más lejos con el chico, se dijo a sí mismo que lo dejaría todo en manos del destino, y que se dedicaría a amar a su omega y desvivirse por él. Ya bastante había esperado el rubiecito, y suficiente sufrimiento soportó antes de conocerle, por lo que, era su momento de ser feliz.
Y tal vez, el pasar una semana completa pegado, casi literalmente, a Jimin; le produjo una sensación de vacío el siguiente lunes que se presentó a clases, con semblante renovado. Seokjin no se resistió a arrastrarlo, a primera hora de la mañana, hacia la parte más alejada del campus, para hablar con él, demasiado ansioso por enterarse de los detalles. No había morbo en su curiosidad, sólo sincera preocupación por la consciencia de su mejor amigo y el bienestar de Jimin.
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Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]
FanfictionA Seokjin nunca le había pesado tanto el hecho de que sus padres y sus tíos se quisieran tanto, al punto de vivir todos juntos en la misma casa; hasta que descubrió que su destinado, era su primo menor. ADVERTENCIAS: - OMEGAVERSE - Contenido Homosex...