Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]

~11.1~

Advertencia: Situaciones +13

"Melisa: Es un olor también bastante común entre los alfas, es de aroma parecido al limón, los alfas más rebeldes lo poseen".

"Jengibre: Es un aroma no tan típico, pero se encuentra en personas extrovertidas, alegres y un tanto atrevidos". —

<Guía de Aromas del Omegaverse>

🐾

La casa Kim estaba en completo silencio. Seokjin vio la hora en su celular, mientras se descalzaba en la entrada. De seguro, su madre estaba recogiendo a sus hermanos menores en la escuela.

—Pasa, Jimin —lo invitó. Luego de que limaran algunas asperezas en su viaje en autobús, el menor se mostraba mucho más amable con él y Jin sentía que podían crear una bonita amistad. —Voy a ir por mi ropa... puedes esperarme en la sala o subir conmigo —ofreció. El chico miró a su alrededor, sorprendido con la gran casa en la que estaba. Por boca de su alfa, sabía que Seokjin era un chico con una buena situación económica, pero no imaginó que viviera en semejante lugar, que contrastaba horriblemente con el departamento de quince metros cuadrados en el que vivía junto a su alfa. —¿Entonces? —lo instó a responder, ante su mutismo. Jin notaba el brillo particular en los ojos del menor, observando su hogar. Sonrió discretamente, y cogiéndolo de la mano, lo arrastró escaleras arriba. Jimin estaba portándose tímido ahora, como un pequeño niño indefenso; aquello podía deberse a los síntomas del celo, buscando la protección de alguien, preferentemente su alfa, o a que, realmente esta era su verdadera personalidad. Seokjin no lo sabía con certeza, pero lo averiguaría eventualmente, si pasaban una semana juntos. —Si mamá no ha regresado para cuando estemos listos, la llamaré... tengo veinte años, pero mis padres se preocupan mucho por mí, que dónde estoy y con quién.

—Su casa es muy linda... —murmuró, un poco absorto en sus pensamientos. —Y grande.

—Gracias... era de mis abuelos —comentó, abriendo una puerta a pocos pasos del final de las escaleras. —Este es mi cuarto, ignora el desorden —movió una mano en el aire con vergüenza. —Olvidé estirar mi cama y recoger la ropa en la mañana, y mi mamá dejó de hacerlo por mí desde los quince —siguió hablando, para llenar los vacíos silenciosos.

—Nam hyung es mucho más desordenado —murmuró, manteniéndose cerca de la puerta, con sus ojos recorriéndolo todo. —Y el espacio es poco, por lo que se nota más —Seokjin le sonrió. —A mi me toca ordenarlo todo...

—No me digas que es de esos alfas anticuados... —Jimin removió sus ojos, inseguro de cómo responder. —Dios Lobo... ¿Se piensa que tiene criada? Él debería mantener la casa limpia, porque tú eres un niño todavía.

—Tengo quince —rebatió, y Jin pudo percibir que se había ofendido.

—Y él es mayor que tú... no porque seas un omega, significa que a fuerza tengas que hacerte cargo de las cosas de la casa... al menos, deberían hacerlo juntos —le transmitió sus ideas liberales, por las que solía ser criticado por su tío Ryeowook.

—Se lo haré saber —le regaló una sonrisa, y ambos omegas se sintieron en sincronía con el otro. Tal vez sus personalidades contrastaban, porque Jimin era de carácter marcado y temerario cuando lo ameritaba, en cambio, Seokjin se caracterizaba por ser más calmado, aunque determinado, de todos modos. Pero, tenían el mismo sentir de ir en contra de lo que el común esperaba de ellos.

—¿La calefacción del departamento está funcionando bien? —averiguó el mayor, para saber si debía empacar sus calcetas más gruesas, o incluso, una manta térmica.