Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]

~03~

"Poleo: Es un aroma fuerte y penetrante que se suele presentar en alfas algo presumidos y/o egocéntricos"

"Romero: Es un olor común en los alfas hombres serios, aplicados y dominantes"

"Eucalipto: Este olor se encuentra fácilmente en alfas serios y misteriosos"—

<Guía de Aromas del Omegaverse>

🐾

El timbre sonó, alertando la llegada de alguien a la casa Kim. Seokjin arrastró los pies, recibiendo a su amigo que venía de visita, junto a Irene.

- Sandeul, Irene... pasen – les invitó a entrar.

- Wow, no quiero ser mala amiga... pero, te ves muy mal Jinnie – dijo, acariciando el rostro pálido del omega. Él le dio una sonrisa sin ganas.

- Deberías salir más, para que olvides tus problemas – le aconsejó el alfa.

- No lo sé, no estoy con el mejor de los ánimos – se encogió de hombros.

- Podríamos ver una película – sugirió la chica, mirando alternadamente entre sus amigos – No es algo que te requiera un gran esfuerzo.

- Suena bien – se sumó Sandeul, pero Seokjin negó.

- Les agradezco que intenten sacarme de mi miseria, pero... de verdad, no deseo salir – se dejó caer en el sofá.

- Bueno, si tú no sales, entonces nosotros nos quedamos y haremos una gran tarde de películas – propuso Irene, no queriendo darse por vencida – Ken dijo que llegaría pronto, así que le pediremos que pase por algunas cosas a la tienda – tomó su celular y comenzó a teclear en él, antes de que su amigo omega se negara nuevamente.

En la segunda planta, la nariz aguda de Taehyung percibió con claridad el aroma de anís y chocolate amargo, sintiendo nauseas. Quiso salir y romper todo, puesto que sus nervios estaban destrozados y su mente no funcionaba como debía. Además de permanecer alejado de su omega, éste era rondado por ese peligroso alfa.

- Alístate, porque saldremos en cinco minutos – anunció su padre omega, irrumpiendo en su cuarto.

- No quiero salir – Tae, sentado en la silla del escritorio, categorizando carpetas, le dio una mirada molesta a Ryeowook.

- No estoy pidiendo tu opinión – decretó – Tu padre dice que debes hacer algo con tus manos, y ya me tomé el trabajo de pedir cita con el dermatólogo... ¡Apresúrate! – explicó.

La puerta se cerró sin darle lugar a rebatir. Ese día, más que nunca, quería permanecer cerca de Seokjin, porque no se fiaba de ese amigo suyo.

Seokjin sintió en su pecho la rabia de Taehyung, pero no supo a qué se debía. Sus amigos buscaron una película divertida para pasar el rato y el ambiente se volvió cálido en compañía de ellos. Sin embargo, su corazón se comprimió al ver a Taehyung bajar las escaleras, luciendo muy diferente de cómo lo recordaba. Un mes... ellos habían estado sin verse ya un mes.

Jin mantuvo su mirada fija en su primo, su alfa. Sus pómulos resaltaban en la piel pálida de sus mejillas, su rostro demacrado y los ojos apagados, le dieron ganas de echarse a llorar. Ese chico no era el Taehyung que brillaba en sus memorias. Tal vez no era del tipo risueño ni se pasaba el día entre chistes y bromas, pero nunca Seokjin lo vio de esa manera antes. El omega en su interior aulló, con un sonido tan lastimero que el alfa de Tae pudo oírlo, llorando entristecido.