Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]

~05~

"Madera: Este olor, es un agradable aroma que se encuentra en alfas más sencillos y hogareños"—

<Guía de Aromas del Omegaverse>

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Contrario a lo que pensaba Seokjin, no fue él quien contó su historia, sino Namjoon. El par de chicos se acomodaron en los asientos que daban hacia el bonito jardín con el que contaba la universidad, para hablar cómodamente.

- No sé si Yoongi te lo dijo, pero le advertí que yo no era el más indicado para aconsejarte, la verdad – habló primero el omega, tratando de que el otro no se hiciera muchas ilusiones – Digo, no es como si tuviera la vida resuelta... muy por el contrario...

- Sí, ya me di cuenta – sonrió a medias – Qué genio se carga ese chico – señaló atrás, refiriéndose a Taehyung y su primera impresión del cachorro de alfa.

- Tiene algunas manías... - suspiró Seokjin, pensando en lo mucho que le había costado adaptarse a él y cómo seguía luchando para entender a su alfa completamente – Imagina cuando hacemos otras cosas – soltó sin pensar, sonrojándose luego. Lo cierto es que, por alguna razón, Namjoon le hacía sentir en confianza, como si se conocieran desde siempre, y tal vez se debiera al hecho de que compartían la misma situación con sus parejas destinadas.

- Disculpa la pregunta, pero... ¿ustedes ya...? – la curiosidad le ganó al alfa, viéndolo con las cejas alzadas en sorpresa. Le parecía increíble que Jin ya hubiera dado ese paso, al que él se resistía tanto por la edad de su omega.

- Hmm... - el otro se rascó la parte trasera de la cabeza, desviando la mirada – Si alguien desconocido lo pregunta, no... - intentó bromear con la situación – Así que, acabo de revelarte uno de mis secretos mejor guardados.

- Oh... no te preocupes – se apresuró a decir – No es como si fuera por ahí a gritarlo, puedes confiar en mí – aseguró con una sonrisa de hoyuelos. Seokjin le devolvió el gesto, con esa familiar sensación de estar charlando con un amigo de toda la vida.

- Gracias – murmuró, conservando el buen semblante.

- Y, am... ¿cómo es que... ya sabes? – divagó, apenado de quedar expuesto ante el omega – Por la diferencia de edad y eso...

- ¿Estás teniendo problemas con tu omega en ese sentido? – quiso saber y Namjoon dejó salir un suspiro.

- Al principio no era así, lo juro – aseveró, rememorando los primeros meses viviendo con el menor – Yo... conocí a Jimin hace... ocho meses, más o menos – detalló – Tengo un trabajo de medio tiempo como delivery, en una tienda de pollo frito – comenzó a contar – Un día, llegué de hacer una entrega y lo encontré... se veía tan indefenso, con sus ojitos asustados y... Yo no pude dejarlo así, tan desprotegido – Namjoon se perdió completamente en sus recuerdos.

Cuando regresó, la noche comenzaba a caer, y el viento frío le calaba el suéter del uniforme. El invierno ya estaba terminando, pero aun el clima se mantenía bajo. Un ruido llamó su atención, al pasar por el callejón lateral a la tienda de pollo frito, donde se encontraban los contenedores de basura y reciclaje. Namjoon miró, curioso al ver una pequeña silueta moverse, hurgando entre las bolsas. Dudó si acercarse o simplemente ignorarlo, pero finalmente, terminó caminando hacia allá. Un vistazo rápido para comprobar de qué se trataba. Un niño delgado y mal vestido, que a simple vista no pasaba los 12 años, le miró con ojos grandes y asustados, como un conejo en la carretera. Antes de que Nam pudiera decir algo, el chico adoptó una postura defensiva.

- ¡Yo no estoy robando! – soltó con enojo, sin embargo, su voz era algo aguda y dulce, oyéndose más como un berrinche infantil - ¡La basura no es de nadie, así que no puede llamar a la policía!