Conociendo A Mi Alfa ~ TaeJin [Omegaverse]

~17.1~

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Como parecía haberse vuelto una costumbre para el grupo de amigos universitarios, todos se encontraban en su mesa habitual en la cafetería, a eso del medio día. El lugar ya estaba abarrotado de estudiantes, pero ellos conversaban ajenos a todo lo que los rodeaba. Todos, excepto uno, que aún no aparecía.

Namjoon entró a media carrera al lugar, alzándose en punta de pies para corroborar que sus amigos estaban donde siempre, encaminándose hacia ellos con una sonrisa honesta. En la mesa, tres pares de ojos lo miraron con un extraño sentimiento de rechazo que lo hizo vacilar en sus últimos pasos. Se apoyó en la silla, más no se sentó. Una inseguridad lo embargó y su interior encendió las alarmas de que algo había pasado allí, y él no se enteraba.

―Hola... chicos ―saludó a penas, como si esperara una señal o pista de qué ocurría. ―Me tardé un poco en el examen... quise comprobar mis respuestas, antes de entregarlo.

―Ajá ―fue la única respuesta que recibió, de parte de Yoongi, quien regresó rápidamente su mirada a su plato.

―¿Pasa algo malo? ―se atrevió a preguntar, corriendo lentamente la silla en la que se apoyaba, y sentándose de una vez, junto a Seokjin.

―Sí ―dijo el omega, sin titubear. ―Estuvimos hablando entre nosotros... de todo lo que ha pasado y... ―una pausa que se prolongó demasiado, le provocó un peso en el estómago al aludido. ―Creemos que es mejor que ya no seamos amigos ―soltó el remate que se temía.

―¿Qué? ―su rostro ligeramente bronceado, palideció. ―¿Por qué?

―Porque... tu amistad sólo nos está perjudicando a todos ―habló firme, casi molesto, como si resoplara sus palabras con fastidio. ―Y yo, la verdad, es que ya no puedo lidiar con más drama... ―pasó una mano por su cabello negro y suspiró. ―Mi vida es un caos por lo de los mensajes y, sinceramente, ya no quiero tener más problemas con mi alfa, más de los que ya he tenido ―añadió, con un tono irónico en su voz.

―P-Pero... Seok... ―balbuceó.

―Yo estoy con Jin en esto... ―se sumó Irene. ―Tampoco tengo ánimos de echarme encima problemas que no son míos... Prefiero escapar de ellos, así que... es hora de que te hagas cargo y te las arregles por tu cuenta, Namjoon ―su respuesta fue fría y sin contemplaciones, como si hubiera estado guardándose aquello por mucho tiempo.

―Dios Lobo... ustedes... no pueden hacer esto... ―la voz del alfa tembló, afectado con lo que, quienes él consideraba sus mejores amigos, le estaban diciendo tan repentinamente. ―Yo los necesito... ustedes son...

―Lo sabemos, Nam ―fue el turno de Yoongi para hablar. ―Y créeme que, hasta hace poco, estábamos dispuestos a ayudarte... pero, esto ya ha llegado demasiado lejos y no estamos dispuestos a perder más de lo que ya hemos perdido... ―Min se puso de pie, cogiendo su bandeja con claras intenciones de largarse de allí. ―Yo estoy con mis amigos en esto... y tu... deberías resolver tus asuntos.

―¿De verdad van a darme la espalda? ―cuestionó, con la angustia reflejándose en sus ojos de dragón y su labio inferior sobresaliendo en un gesto triste. ―¿Justo ahora?

Nadie añadió nada más y tanto Seokjin como Irene, siguieron los pasos de Yoongi, abandonando la mesa, y de paso a Namjoon. Éste, apoyando su brazo sobre la mesa, se sacudió sin importarle que los demás lo vieran llorar como un niño. Estaba tan solo, que era deprimente de ver. O, al menos lo era, para la chica que sonreía victoriosa a la distancia, bebiendo de su jugo tranquilamente, satisfecha de conseguir parte de lo que se propuso.

Por el pasillo de la universidad, y saliendo hacia el gran campus verde, el trío de amigos se daba ánimos, luego de tal enfrentamiento.

―Madre Luna, Joonie debería ser actor ―comentó Irene, apretujando el brazo de Seokjin, en el que le gustaba colgarse al caminar. ―Por un segundo, me sentí miserable, cuando lo vi a los ojos llenos de lágrimas.