Capítulo 2

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Astrid:

Siento mis brazos entumecidos al moverme, parece que me quede dormida en una posición lo suficientemente incómoda como para que ahora me duela todo el cuerpo. 

Es momento de levantarme para ir a la universidad, si es que no quiero llegar tarde, así que me levanto, me ducho y arreglo para irme. 

Al bajar mi madre está en la cocina tomando un vaso de agua, no nota mi presencia, pero puedo notar que no está aquí, está ida. Y a veces creo que no puedo traerla completamente de vuelta y eso hace que me sienta muy impotente. Decido no molestarla y me dirijo a la puerta para ir a la parada de autobús e irme a la universidad.

Después de treinta minutos, estoy en la entrada de la facultad, según mi horario mi primera clase es con la señorita Collins, o sea literatura antigua. Y en lo personal, es mi clase favorita. 

 —Buenos días, señorita Collins, - le saludo con amabilidad al entrar al salón, al parecer era la primera, así que tomé asiento en medio. 

—Buenos días, señorita Ferrara, ¿puedo hablar con usted un momento? - oh, oh, eso se escucha como algo malo. 

—Sí, claro. — me acerco a su escritorio.

—Bueno, quería comentarte que la facultad tendrá una competencia interna entre clases, y nosotros los catedráticos debemos elegir un estudiante, quería que fueras tú la representante de esta clase, ¿Qué opinas?

— ¿De verdad? - pregunté muy sorprendida.

—Así es Astrid, eres la mejor de la clase y ambas lo sabemos. Claro, tus compañeros son muy buenos, pero tú te desenvuelves tanto al momento de hablar como de escribir.

—Me encantaría - dije con una sonrisa.

—Bien, el asunto es así, - sacó unas hojas y me las tendió - la competencia será de realizar un ensayo, ¿De qué? De lo que quieras, confío que harás el mejor de los trabajos.

—Gracias señorita, gracias por confiar en mí y darme esta oportunidad. ¿Cuánto tiempo tengo?

 —Tienes hasta el fin del semestre, o sea cuatro meses. 

Después de terminar mis clases de este día, estaba en el pasillo con Lucía, mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, es como mi hermana, ha estado para mí siempre y sé que, ella sabe que no soy la de antes y que probablemente ya haya notado lo hundida que estoy en mi mierda, también sé que ha intentado y ha hecho todo lo posible por mantenerme a flote pero, aunque quisiera yo ya no podré salir de este maldito hoyo. 

A pesar de todo lo que he pasado, ella siempre ha estado en cada uno de mis momentos difíciles, la adoro y es como la hermana que nunca tuve y siempre quise.

—Oye quisie... — hablo, pero me veo interrumpida por un maniático que se le acerca a mi amiga a darle un abrazo y un sonoro beso. 

 Ya, es su novio, Patrick. Aunque muchos digan que Pat es uno de los más populares y de los chicos más atractivos de la universidad, yo no lo veo así, en realidad es muy, como decirlo... raro. No entiendo como mi amiga pudo fijarse en él, pero no me malentiendan estoy feliz por ella. Se nota que se quieren y mientras ella esté feliz siempre tendrá mi apoyo incondicional.

—Hola Astrid —me saluda Patrick. Y yo solo levanto la cabeza en saludo, veo que alguien viene con él, pero no me molesto en prestarle atención y continuo ordenando las cosas de mi casillero. Noto que Lu empieza a medio hablar con él, pero no presto mayor atención. Hasta que ella me dirige la palabra.

—As, él es Matthias Johnson, el amigo de Pat. Matt, ella es Astrid Ferrara, mi mejor amiga. — habla Lucía para presentarnos. En cuanto escucho su nombre sé quién es. 

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