Salir a la Superficie ✔️

Epílogo

Dos años después. 

Astrid: 

—Matthias, levántate ya, debes ir al hospital. Tienes prácticas. —no me hace caso y solo reniega acomodándose en la cama. — Matthias no me obligues a ir por la jarra de agua. —no hace por levantarse.

Muy bien, es lo que quiere, es lo que tendrá. Voy a la cocina y regreso con la jarra en mi mano.

—Matthias - vuelvo a llamarlo y no responde. — Tú lo pediste.

Vierto la jarra sobre haciendo que se levante exaltado.

—Qué mierda, As.

—Te dije que tenías que levantarte o iría por la jarra, has elegido la jarra.

—Pagarás por esto, ¿lo sabes no?

—Sí, sí, como sea. Apresúrate son las ocho.

—¿Qué?

—Que son las...

—Sí, ¡te escuché! ¿Por qué no me has despertado antes? - dice y camina hacia el baño de nuestra habitación. Y yo me quedo parada a mitad de esta con la boca totalmente abierta. Es un idiota.

Salgo de la habitación y me encamino a la cocina para preparar el desayuno. Me encuentro a Luna sentada en el desayunador con un plato de cereal.

—Qué buen desayuno.

—Lo sé. — dice con la boca llena. Sonrío.

Estos últimos dos años nos hemos convertido como en mejores amigas, al no tener contacto con su madre, soy la figura femenina más cercana que tiene. Recuerdo como me preguntaba por cosas con relación al sexo. Era muy gracioso ver como se sonrojaba. Una vez Matti nos atrapó hablando de eso y casi se vuelve loco.

*flashback*

—¿Entonces yo debo tomar la píldora o él usar condón?

—Exacto, si no quieres terminar embarazada.

Escuchamos la puerta, cerrarse y ambas nos levantamos del sofá. Vemos a Matthias con el ceño fruncido.

—¿Embarazada? ¿Dijiste embarazada?-me señaló.

—Eh... — veo de reojo a Luna. — No.

—¿Estás embarazada? - me pregunta y veo un brillo surcar su mirada.

—¿Qué? ¡No! - noto cierta desilusión en su gesto

¿Quiere tener hijos conmigo?

—¿Entonces de qué hablaban? - preguntó.

—De como no quedar embarazada.

—De métodos anticonceptivos.

Luna y yo hablamos al mismo tiempo.

—¿Luna, no estarás..?

Ella sonrió nerviosa y me miró - Ayúdame - dijo entre dientes.

—¡Luna Johnson! - tarde, le regalo una mirada de arrepentimiento a Luna. — ¿Estás follando?

—¡Dios! No lo digas así. — reclamo luna.

—¿Y como cojones quieres que le llame? ¿Meter y sacar el palito?

Hago todo por reprimir la carcajada, pero no puedo. Ambos voltean a verme furiosos.

—Lo siento. No pude evitarlo.

—Y qué haces tú diciéndole cosas para que pueda seguir haciendo... Eso.